La Reina Emérita Sofía aún sigue generando una gran expectación allá por donde va y con todo lo que hace. Además, no se ha retirado de la vida pública y continúa trabajando. Sigue siendo una parte muy importante de la Casa Real. Desde que se casó con el Rey Emérito Juan Carlos, ha estado desempeñando una labor en representación de España muy importante.
Sus hermanos también gozan ahora de una vida feliz. Pero la infancia de los Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg y Hannover no siempre tuvieron una vida así. La guerra y el exilio marcó mucho a esta familia, pero eso no impidió que saliesen adelante y siguen conservando una buena salud dentro de las monarquías reales europeas. Aunque quizás pasan algo más desapercibidos en España al no tener tanta popularidad aquí como su hermana.
Los hermanos de la Reina Sofía
Irene de Grecia, la hermana inseparable de Sofía
Irene es la hija menor de Pablo y Federica de Grecia, y solo se distancia 4 años con Sofía. Desde pequeñas siempre fue un gran apoyo para la Reina Sofía de España.
Tanto en España como en Dinamarca se le concede el título de Su Alteza Real la Princesa Irene de Grecia y Dinamarca, aunque aquí no está reconocido legalmente al no ser un título español. Pero eso no evita que la Casa Real Española lo use como cortesía.
Conserva una buena relación con la Reina Sofía y también con su cuñado, el Rey Emérito. Pero su tendencia a la discreción siempre ha hecho que esta relación no sea demasiado evidente.
Siempre ha estado al lado de Sofía, apoyándola en todo momento, como una buena hermana e incluso casi como una amiga, siendo una gran confidente.
Irene parece que de pequeña fue un poco «traviesa» si se compara con Sofía, que era algo más calmada. Como la propia Reina Sofía ha comentado, eso le llevó a intentar calmar un poco a su hermana menor para que la dejase en paz en algunos momentos.
No obstante, ambas son similares en algunos aspectos, y ambas llevaron una educación en paralelo similar, y con gustos similares. Las dos estudiaron en Theofanos Arvanitopoulos, donde aprendieron arqueología. Gracias a esta pasión se publicó un libro llamado «Cerámicas en Decelia» en 1959, y donde ambas princesas recopilaron restos arqueológicos encontrados en su propia residencia de Tatoi.
Según comenta la propia Reina Sofía en una entrevista «Irene era un poco trasto y se pasaba el día imitando a los mayores. A mí me traía frita porque quería hacer todo lo que yo hiciera: vestirse como yo, ir a Salem como yo,… […] Por protocolo Irene siempre se quedaba atrás y había que volverse para rescatarla.«.
Otra curiosidad es que la Casa Real le habilitaría una estancia privada en La Zarzuela para que ayudase en toda la preparación de la boda de la Reina Sofía y Don Juan Carlos. Y lo más curioso es que reside allí desde 1968. Por sus largas estancias en Madrid y Mallorca, la princesa Irene de Grecia ya tiene la nacionalidad española.
Finalmente, también destaca algo de Irene, y es su personalidad. Ella no necesita demasiada ayuda del personal, prefiere hacérselo ella misma todo. Además, prefiere ir cómoda que ir a la moda, no fuma, no bebe alcohol, es vegetariana, no le gusta ver la tele y prefiere vivir su lado más espiritual…
