Harley-Davidson ha lanzado un programa de reestructuración de costes, con el que prevé ahorrar hasta 42 millones de dólares (37 millones de euros) solo en el segundo trimestre del año y que contempla el despido de 700 empleados, de los que 500 abandonarán la compañía este año.
Se trata de un programa de reconversión de la empresa para alcanzar una estructura más «ágil y simple», sobre todo en el contexto económico actual, y mejorar la estructura organizativa, según explica el fabricante de motocicletas en un comunicado.
De hecho, el director financiero, John Olin, ha dejado su cargo, que asumirá, a partir de ahora y de forma interina, el actual vicepresidente de Tesorería, Darrell Thomas, hasta que un sucesor asuma estas funciones.
«Se necesitan cambios significativos, y debemos avanzar en nuevas direcciones. Agradezco a John su compromiso durante sus 17 años con la compañía y su liderazgo durante esta fase crítica de ‘The Rewire’ –el nombre que tiene su programa de reestructuración–«, señala el presidente y consejero delegado de la empresa, Jochen Zeitz.
‘The Rewire’ busca alcanzar un mejor equilibrio en la expansión del negocio, dar prioridad a sus principales mercados, restablecer los lanzamientos de productos, relanzar su división de componentes y ajustar y alinear la estructura organizativa, con el objetivo e impulsar la eficiencia para preparar a Harley-Davidson para la «estabilidad y el éxito».