domingo, 15 diciembre 2024

Tubacex ultima una reestructuración sin descartar ajuste de empleo

Tubacex cerrará con pérdidas este año y sus ventas serán «mucho más bajas» de los cerca de 800 millones previstos inicialmente, debido a la crisis derivada del coronavirus. Ante este escenario, el grupo, que mantiene «una sólida posición financiera», ha anunciado una reestructuración «importante» sin descartar ajustes en el empleo y aplazará casi la mitad de las inversiones de este año.

Estas previsiones han sido dadas a conocer por el presidente de Tubacex, Álvaro Videgain, y su consejero delegado, Jesús Esmorís, en una rueda de prensa con motivo de la junta de accionistas celebrada este miércoles de forma telemática.

En su comparecencia, han hecho balance de 2019, un ejercicio, tras años de crisis, «muy importante» en el avance de la estrategia del grupo. Tubacex cerró con unas ventas de 614 millones, un beneficio de 11 millones, un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 67,1 millones, en línea con el obtenido en 2018 a pesar de verse forzada a paralizar un importante pedido de OCTG para Irán ante las sanciones impuestas por Estados Unidos.

En principio, 2020 y 2021 presentaban «muy buenas perspectivas», con una recuperación «clara del sector», tras años de «muy baja inversión. No obstante, las proyecciones van a quedar trastocadas como consecuencia de la crisis derivada del coronavirus, que tendrá un «impacto muy negativo» en su negocio.

El presidente de Tubacex ha indicado que todavía desconoce el alcance que tendrá la pandemia en la empresa, aunque ha puesto en valor que el grupo «está cada vez más fuerte y preparado para los nuevos riesgos».

Los responsables de la entidad han destacado que la empresa ha experimentado una mejora importante en cuanto a posicionamiento de mercado «vendiendo cada vez mas a cliente final y productos premium con valor añadido» y con lanzamiento de nuevos materiales y proyectos. Junto a ello, han destacado el nuevo perímetro que tiene el grupo, tras distintas adquisiciones, que debería estar dando, en una situación de normalidad, 300 millones de facturación adicional al perímetro anterior.

El resultado del primer trimestre, con unas pérdidas de 1,6 millones, ha estado ya «muy afectado» por los efectos de la pandemia y se ha dado un incremento del capital circulante de 48 millones, «nada preocupante».

Esmorís ha adelantado que lo que viene en el futuro «no va a ser mejor» y, en el segundo trimestre, los meses de abril y mayo han estado «muy afectados» y la cartera de pedidos es «muy baja».

De cara al cierre de 2020, las proyecciones apuntaban inicialmente a unas ventas cercanas a 800 millones, que, con esta crisis, serán «mucho más bajas» y «sin duda» cerrarán con pérdidas. «Pérdidas de última línea sí, Ebitda positivo, sin duda», ha dicho.

Esmorís ha indicado que la crisis del Covid19 «ha cambiado por completo la situación», no solo desde el punto de vista de la caída en Bolsa, que ha sido «muy importante», de un 49% en lo que va de año, sino con un «efecto considerable» en el negocio.

El consejero delegado ha señalado que se estima una reducción de inversiones y proyectos de entre un 30 y un 40% en el sector energético, de automoción o en el aeroespacial, en el que ahora tienen «cero pedidos». Esta situación les hace pensar en una «gran crisis» en 2020 y 2021 y una «recuperación» a partir de 2022.

Por lo tanto, ha indicado que es un «drama» y que esperan «pasar» este año y el que viene, -en el que ya prevén una ligera recuperación»-, para ver «una vuelta» en 2022.

MEDIDAS INMEDIATAS

Esmorís ha explicado las medidas «inmediatas» adoptadas, entre ellas, una reducción salarial del 30% para los miembros del consejo y el comité de dirección y cancelación de todos los bonus y pagos complementarios.

Por otra parte, ha explicado que tienen «muchas» compañías en ERTE, entre ellas, las fábricas vascas porque, en la actualidad, el grupo trabaja aproximadamente al 50% de capacidad, aunque depende de las fábricas porque, por ejemplo, la de la India está al 100%.

Esmorís ha afirmado que desconocen hasta cuándo estarán a esos niveles, pero ha reconocido que la entrada de pedidos de los últimos meses es «bastante desastrosa». En concreto, ha precisado que en las plantas españolas tienen planteados ERTEs hasta octubre y no prevé que «se puedan levantar antes».

REESTRUCTURACIÓN

Ante esta situación, Tubacex tiene previsto acometer una «importante reestructuración» en próximos meses. «Estamos haciendo nuestros deberes, eso significa que evidentemente tenemos que planificar reestructuraciones y, en función de cómo venga el sector, los ajustes que haya que hacer», ha advertido.

El consejero delegado ha indicado que en este momento se está analizando qué es lo que tienen que hacer y dependerá de la dependencia de producto y mercado de cada una de las empresas.

«En el caso de las de aquí, estamos analizando, no quiero anticipar ningún plan de reestructuración, pero es evidente que todo el mundo se va a tener que ajustar, no Tubacex. Si a ti te cae el mercado el 50%, la primera defensa son los ERTEs, está claro, pero tampoco se puede estar de ERTE toda la vida, pero todo depende de cómo veamos el mercado», ha añadido.

Cuestionado por si esta reestructuración implicará recorte de empleo fijo, ha respondido que, «ante una caída del 50%, o pones a la gente a jugar a cartas o es imposible. Esmorís ha señalado que habrá que ver la evolución del mercado en los próximos meses y la vuelta de los clientes al trabajo para constatar si el mercado «se vuelve a activar medianamente» para que, a final de año, «ojalá se pueda quitar el ERTE parcialmente o a ver».

«Somos gente que jugamos al largo plazo, no solamente al corto, y todo el sector ha anunciado unas reestructuraciones brutales, nosotros lo vamos a hacer lo mejor posible, pero no vamos a dejar de tener que hacerlo, eso está claro», ha añadido.

Por otra parte, Esmorís ha explicado que esa crisis va a afectar a las inversiones previstas para este año y se va a «parar mucha inversión pero no toda». Según ha detallado, se ha hecho una selección del plan inicial y las inversiones menos relevantes y no estratégicas se han «parado» y mantienen las «muy importantes». En concreto, prácticamente la mitad, entre 15 y 20 millones, serán inversiones que se posponen.

El objetivo, según ha explicado, es concentrarse en «caja, caja y caja» y se ha trabajado para lograr un mantenimiento de la liquidez. Esmorís ha indicado que financieramente están «sólidos, bien posicionados», con un nivel de liquidez «alto». «A corto plazo, podemos asegurar que no vamos a tener ningún peligro», ha apuntado.

Esmorís ha explicado que han acudido a todos los créditos ICO y dan «por hecha» una reestructuración financiera. «Tenemos una caja por encima de 150 millones, mantenemos esa liquidez permanente y nuestro gran objetivo este año es, a ser posible, no quemar caja, difícil pero vamos a intentarlo», ha destacado.

Por otra parte ha asegurado que no descartan adquisiciones siempre que sean operaciones con «sentido», que supongan «muy buenas oportunidades» y encajen en sus límites financieros.

Pese a este escenario de crisis, ha indicado que no son «pesimistas» aunque que saben que el año «va a ser muy duro», pero creen que «van a aguantar».

«Hay un perímetro nuevo con nueve fábricas nuevas en los últimos años, un buen posicionamiento en nuevos productos, acuerdos estratégicos con clientes firmados o pendientes de firmar, ocho patentes desarrolladas que entrarán en el mercado poco a poco y cada vez menos dependencia del mercado del petróleo y diversificando en los demás sectores en los que sea posible», ha agregado Esmorís, que ha indicado que la estrategia no es solo fabricar tubo recto inoxidable sino participar en toda la cadena de valor, desde el diseño hasta el mantenimiento.


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