Estar sin empleo no es una situación agradable para nadie. Partimos de la idea de que nadie trabaja “por amor al arte”, quien dedica su tiempo y esfuerzo a trabajar es sencillamente porque necesita unos ingresos para poder vivir. Por eso, quedarse en el paro es una situación tan complicada.
En España el desempleo de larga duración es un grave problema. La gran mayoría de las personas pasan más de un año desempleadas hasta que pueden volver al mercado laboral, lo que hace que con frecuencia agoten el paro antes de tener un nuevo trabajo. De ahí que se hayan ido aprobando diferentes medidas para evitar que nadie se quede sin recursos.
1Prestaciones contributivas
La más conocida es la prestación de desempleo, lo que comúnmente llamamos cobrar el paro. Aquellos trabajadores que han cotizado por desempleo tienen derecho a percibir una prestación mensual durante un determinado tiempo si pierden su trabajo. Para acceder a ella hay que haber cotizado por desempleo al menos 360 días en los últimos 6 años.
Lo habitual es cobrar la prestación mes a mes, pero para incentivar el emprendimiento y la vuelta al mercado laboral de los desempleados existe la posibilidad de capitalizar el paro y percibirlo en un único pago que se utilizará para poner en marcha un negocio. En el caso de los autónomos lo que se recibe es la prestación por cese de actividad.
