viernes, 13 diciembre 2024

Las ventas de cigarrillos sufren su mayor caída en siete años

Las ventas de cigarrillos se desplomaron un 26,37% en abril, en pleno confinamiento por la crisis sanitaria del Covid-19, respecto al mismo mes de un año antes, lo que significa la mayor caída desde marzo de 2013, cuando se hundieron un 27%, tras las subidas de impuestos acometidas a principios de ese año.

En concreto, las ventas de cigarrillos se situaron en 136,27 millones de cajetillas en abril de este año, frente a los 185,07 millones de cajetillas comercializadas en el mismo mes de 2019, pese a que los estancos han permanecido abiertos desde el pasado 14 de marzo, fecha en la que se decretó el estado de alarma.

Fuentes del sector consultadas señan que, pese al confinamiento, los consumidores han fumado menos ante la situación de incertidumbre económica derivada por la pandemia, el temor al desempleo y al hecho de que la Semana Santa cayó en abril este año y el anterior, en un contexto marcado además por el cierre de fronteras.

11 AÑOS DE CAÍDAS

Pese al desplome interanual registrado en abril, la comercialización de cigarrillos acumulada hasta el cuarto mes del año no fue tan brusca, al descender un 5,87% y totalizar unas ventas de 649,59 millones de cajetillas, teniendo en cuenta que en marzo cayeron un 1,79% y en enero y febrero se anotaron subidas, con crecimientos del 2,76% y 4,28%, respectivamente, según los datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos.

Tras once años de caídas en las ventas de cigarrillos, 2019 fue un año de estabilidad para el mercado, con unas ventas de 2.242,9 millones de cajetillas de 20 unidades, lo que se traduce en un avance del 0,53% respecto al ejercicio anterior. Desde 2008, año en el que se vendieron 4.514 millones de cajetillas, las ventas de cigarrillos se han reducido prácticamente a la mitad.

Asimismo, las ventas de picadura de liar retrocedieron un 1,89% en el mes de abril de este año, hasta 494.295 kilos, mientras que entre enero y abril se situaron en 1,97 millones de kilos, con un avance del 7,68% respecto al mismo periodo de 2019.

Sin embargo, según señalan las mismas fuentes, aunque la picadura presenta un incremento en sus ventas, muy relacionada con el consumo de visitantes extranjeros hasta el 14 de marzo, no compensa la caída de las ventas de cigarrillos.

MENOS RECAUDACIÓN

En este contexto, la previsible reducción en los volúmenes en los próximos meses, como consecuencia del aumento del desempleo y la mayor sensibilidad al precio de los fumadores, se traducirá en una caída de la recaudación, según apuntan las mismas fuentes, que señalan que dicha caída se producirá sin aumento del impuesto especial.

Según datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos, entre enero y abril de este año Hacienda ha recaudado 2.665,8 millones de euros a través de los impuestos que gravan a la totalidad de las labores del tabaco, frente a los 2.793,6 millones de euros del mismo periodo de 2019.

En concreto, la recaudación por ventas de cigarrillos (impuestos especiales e IVA) se ha reducido un 6,09% en los cuatro primeros meses de este año, situándose en 2.328 millones de euros.

Solo en abril, en pleno confinamiento, Hacienda ingresó 486,86 millones de euros, un 26,78% menos que un año antes, mientras que en marzo la recaudación cayó un 2,01%, hasta 615,82 millones de euros. Por el contrario en enero subió un 2,64% y en febrero, un 4,2%.

Según han indicado las mismas fuentes, si a esta coyuntura le acompaña un incremento de los impuestos al tabaco es evidente que el incremento impositivo no logrará compensar la disminución de los volúmenes, y se producirá una mayor pérdida de recaudación, como ya ha demostrado la anterior crisis económica.

ALZA FISCAL 

De hecho, entre 2008 y 2014, después de seis subidas de impuestos (dos en 2012), la recaudación fiscal del tabaco no sólo no aumentó sino que, según las fuentes consultadas, se redujo de 9.268 millones de euros en 2008 a 9.111 en 2014, al tiempo que el comercio ilícito subió del 4,7% al 12,5%.

Actualmente, después de tres años sin incremento de la fiscalidad, el mercado se ha estabilizado en torno a los 9.000 millones de euros (9.089 en 2019).

En el periodo 2008-2014, las ventas de cigarrillos cayeron un 48% de forma acumulada, en un contexto marcado por la disminución en la renta per cápita, y por un incremento exponencial en los niveles de desempleo, con una tasa de desempleo del 25,77% en 2012.

Así, en 2009, 2010, 2012 y 2013 se llevaron a cabo subidas impositivas que se tradujeron en aumentos en el precio de las cajetillas de tabaco. En concreto el precio medio de los cigarrillos pasó de 2,59 euros en 2008 a los 4,30 euros de 2013, lo que se traduce en una subida del 66% y al aumento del comercio ilícito, que pasó desde el 4,7% en 2008 hasta un máximo del 12,5% en 2014.

ESTANCAMIENTO ECONÓMICO

Según explican las mismas fuentes, estos datos evidencian cómo el estancamiento económico se traduce en una disminución de la renta per-cápita, que combinado con un «significativo» aumento de los impuestos y, en consecuencia, de los precios, lleva consigo una pérdida de recaudación.

Al mismo tiempo, las crisis fomentan, según añaden, que los consumidores busquen alternativas más baratas, llegando incluso a migrar al mercado ilícito de tabaco, perjudicando aún más los ingresos públicos.

Las mismas fuentes han insistido en que tanto la crisis económica de 2008 como la actual crisis sanitaria culminan en una «crisis de demanda», caracterizada por una alta incertidumbre y un significativo aumento del desempleo, por lo que han destacado los efectos negativos que en materia de recaudación supondría un aumento de los impuestos especiales al tabaco en estos momentos.

En el sector temen que la búsqueda de un aumento de la recaudación ante el desplome del 5,3% previsto por el Gobierno de los ingresos, con 25.711 millones menos, hasta los 461.043 millones, hagan que el Ejecutivo opte por incrementar la fiscalidad del tabaco.

Por el momento, el Gobierno de Pedro Sánchez no ha aprobado ninguna subida en la fiscalidad del tabaco, ya que la última se acometió a finales de 2016, con Cristóbal Montoro, al frente del Ministerio de Hacienda. En ese momento, el Ejecutivo ‘popular’ decidió subir los impuestos un 2,5% a los cigarrillos y un 6,8% a la picadura de liar para adecuar la legislación española a la que recomendaba la Unión Europea.


- Publicidad -