Las pymes lo tienen claro: los requisitos que se piden para poder acceder a la línea de avales del ICO son duros. Y están preocupadas por ello. Sin embargo, la ministra portavoz, y a la par titular de la cartera de Hacienda, María Jesús Montero, puso cara de póker cuando tuvo que responder sobre estas preguntas en la rueda posterior al Consejo de Ministros. Su gesto parecía indicar que todo iba bien. Pero no. Para demostrarlo, los datos están ahí.
El primer tramo, de 20.000 millones, de los cuales la mitad iban destinados a pymes y autónomos, está cubierto. Sin embargo, a quienes deberían de llegar, no han llegado. Porque sólo han acabado en manos de empresas 4.740 millones de euros. Es decir, no llega ni a la cuarta parte.
El flujo de dinero de los avales del ICO no está fluyendo como debería para salvar a las pymes
De esa cantidad, la mayor parte ha ido a pymes y autónomos. En concreto, 3.625 millones de euros. Más tarde, el Gobierno aprobó otra línea de avales del ICO por otros 20.000 millones de euros. En este caso, sólo para pymes y autónomos. Por tanto, quedan pendientes por autorizar más de 35.000 millones de euros para el total de las empresas, de los que más de 26.000 millones serían para pymes y autónomos. “Vamos a seguir monitorizando los datos. Y si hay algún sector que necesite ayuda, o es necesario eliminar algún requisito para seguir manteniendo el tejido productivo, se hará”, dijo la ministra Montero.
Por tanto, la cara de póker que mostró como dando a entender que el flujo de dinero de los avales del ICO estaba fluyendo como debería, no es tal. Y lo sabe. De ahí que acabara matizando su respuesta. El real decreto no especifica qué sectores tienen prioridad. Corresponde a cada entidad crediticia hacer su análisis pertinente. Pero, o bien se hace ya, o parte de ese tejido productivo acabará siendo podado por no haber sido regado con dinero cuando era necesario.
LO QUE NO VE LA MINISTRA MONTERO
En España, en marzo de 2020, había 1.233.777 pymes con asalariados. Son datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Los requisitos que pide el ICO para poder acceder a los avales son de los más variado. Van desde que las empresas no deben encontrarse dentro de ficheros de morosidad, hasta que no estén envueltas en un proceso concursal.
Y, cuando sea aplicable el Marco Temporal de las ayudas europeas, las empresas no podrán estar en crisis antes del 31/12/2019. Condiciones a las que habría que añadir otras como las que ponen las entidades bancarias para conceder los préstamos. Algunas son que las empresas hayan presentado sus cuentas en 2019, o que hayan dado un resultado del ejercicio positivo.
Según la entidad financiera Borrox, solo 497.090 de las pymes han presentado cuentas correspondientes a 2018 y, de estas, 143.357 han dado un resultado negativo. Por tanto, una tercera parte posiblemente quedaría excluida de los préstamos con aval ICO por superar el riesgo.
“Es normal que las entidades financieras soliciten las cuentas para poder conceder un préstamo porque tienen que conocer a la empresa para poder valorar el riesgo”, indican. Y apuntan una posible salida: “En el caso de las empresas cuyos resultados no sean positivos, o se encuentren dentro de ficheros de morosidad, pueden optar por otras opciones de financiación. Es el caso del anticipo de facturas o el descuento de pagarés, porque en estos casos no se estudia a la empresa, sino a su cliente. Si no consiguen soluciones de financiación urgentes, la crisis sanitaria derivará en cifras de desempleo mucho mayores a las ya reportadas”, concluyen en Borrox. La ministra María Jesús Montero tiene tarea.