Las librerías están en proceso de suspender la venta online y entregas a domicilio que podrían paliar los malos meses que se avecinan. Sin embargo, no todo son malas noticias en el sector librero. Las ventas de las librerías en España han repuntado «ligeramente» días antes de empezar el Estado de Alarma.
Algunos libreros reconocen que desconocen si los últimos clientes que entraron a sus establecimientos lo hicieron para afrontar la permanencia en casa debido a la pandemia de coronavirus o por solidaridad con su sector. Tal y como recoge Europa Press, desde la librería Cervantes y Compañía han explicado que notaron «un claro repunte de ventas» las 48 horas antes del cierre del comercio, «sobre todo de clientela fija.
Los clásicos se han llevado gran parte del protagonismo en las ventas, un protagonismo que pierden las obras distópicas. Además, reconoce el librero de Cervantes y Compañía la demanda de «grandes clásicos y libros más extensos de lo normal» como ‘Crimen y castigo’, ‘Fortunata y Jacinta’ u obras de Dickens. «Como si por fin hubiera llegado el momento con tiempo suficiente para leerlos», ha añadido.
En la librería zaragozana Cálamo también se vendieron el pasado viernes «más libros de lo normal» y la gente admitía que era para «prepararse para el aislamiento», según ha señalado a Europa Press el director del establecimiento, Paco Goyanes. Destaca obras como ‘La Peste’ o la distopía de José Saramago entre las ventas.
Su librería es unas de las que ha suspendido la venta online o la entrega domiciliaria, poniendo el foco en el debate sobre la distribución. «Nos parece irresponsable: las indicaciones de las autoridades sanitarias son clarísimas, hay que quedarse en casa. No creemos que ir a correos a llevar paquetes, entregarlos a casas de mensajería o llevarlos con nuestra furgoneta sea lo más conveniente en los momentos actuales. Seamos las librerías un ejemplo de buenas prácticas», ha añadido Goyanes.
PREOCUPACIÓN EN EL SECTOR EDITORIAL
En cualquier caso, desde el sector hay una preocupación también en el lado de los editores. El cierre temporal es el principal motivo, ya que saben que las novedades previsiblemente no van a llegar a los puntos de venta. Por ejemplo, desde el grupo editorial Random House se alerta de «semanas complicadas».
«Todavía no tenemos datos concretos para valorar el impacto económico de esta crisis aunque suponemos que tendrá una envergadura similar al resto de los sectores. Nos afecta y somos sensibles, como el resto de la sociedad. Sabemos que serán semanas complicadas, con cambios en nuestros hábitos y en nuestra manera de gestionar el tiempo. En ese sentido también será un buen momento para leer», han explicado a Europa Press fuentes de la editorial.