La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que el coronavirus tenga un impacto demoledor este año sobre la economía española, que registraría ausencia de crecimiento en el escenario más favorable y una contracción de varias décimas en el caso de que el impacto de la pandemia se prolongue, informaron a Europa Press en fuentes conocedoras de las nuevas estimaciones del organismo.
De este modo, la mayor fortaleza exhibida durante los últimos años por la economía española respecto a los grandes países de la zona euro no protegerá al país de los devastadores efectos del Covid-19, al tratarse de una economía con un gran peso del sector servicios y una atomización del tejido empresarial representado en un 80% por pequeñas y medianas empresas (pymes).
Las medidas adoptadas por el Gobierno para frenar la propagación del virus, que han culminado de momento en la declaración del estado de alarma (con la limitación de movimientos de ciudadanos o el cierre de establecimientos de restauración) han supuesto un drástico frenazo en el consumo y han dañado severamente a sectores como el turismo o el transporte, motores de la economía española, mientras que el sector exterior ya venía enfrentándose a dificultades derivadas de la ‘guerra’ comercial.
Además de retraer la demanda, uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la economía española es a una previsible falta de liquidez de muchas empresas, que de no recibir apoyo financiero o fiscal para superar el bache, podrían enfrentarse a un graves dificultades de solvencia.
Todos estos factores convertirán en papel mojado el cuadro macroeconómico, la senda de déficit, el techo de gasto y los esbozados Presupuestos Generales del Estado, que deberían ser reelaborados sobre otras bases. Los expertos consultados por Europa Press coinciden en que la economía española ni crecerá un 1,6% este año como estimaba hace poco el Gobierno, ni su déficit se limitará al 1,8%, sino que será sensiblemente mayor, ante las medidas de gasto contempladas para apoyar a los sectores más afectados por la pandemia.
De este modo, la OCDE se suma a los sombríos pronósticos avanzados el pasado viernes por la Comisión Europea, que aunque no esbozó previsiones por países, sí que adelantó que la pandemia arrastrará a Europa a la recesión este año, aunque en 2021 volvería a crecer.
En concreto, la Comisión estima que el virus restará 2,5 puntos porcentuales a la economía europea este año, lo que de facto supone una contracción del PIB europeo de entre el 1 y el 1,1%. Por ello, Bruselas prepara medidas de liquidez para las empresas europeas y prevé dar la máxima flexibilidad a los gobiernos para combatir la crisis.
Según las últimas previsiones oficiales de la OCDE publicadas el 2 de marzo, la epidemia del coronavirus restará medio punto porcentual al crecimiento de la economía mundial en 2020, que frenará así su expansión al 2,4% este año, cinco décimas menos que lo previsto en noviembre por la Organización.
El organismo actualizó a principios de mes sus previsiones alertando del impacto a medio y largo plazo si el virus no se contiene. En el caso de que la epidemia se extienda a través de la región Asia-Pacífico, Europa y Norteamérica, alerta de que el crecimiento de la economía global podría verse reducido al 1,5% en 2020, la mitad de lo anticipado en noviembre, con varias economías entrando en recesión, incluyendo Japón y la zona euro.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, visitó el pasado martes España y se reunió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para tratar sobre los efectos del coronavirus en la economía y los mercados globales, así como de laas posibles medidas de respuesta.
Durante el encuentro también avanzaron en los preparativos de la reunión del consejo de la OCDE a nivel ministerial que se celebrará en París los próximos 25 y 26 de mayo y será presidido por España, siempre y cuando para entonces se haya conseguido controlar la pandemia.