La falta de dinero público impide la bajada de precios en el Teatro Real

El Teatro Real acumula más de 200 años de historia, pero su imagen social sigue asociada a un espectáculo ‘elitista’. El precio de las entradas para asistir al Real no es apto para todos los bolsillos, ya que, alcanzan los 400 euros. El coste para el público es consecuencia del poco apoyo económico de las arcas públicas para este organismo, que solo cuenta con el 25% de dinero estatal.

El buen estado de salud de las arcas del Teatro Real ha permitido ampliar el presupuesto de este año. El cierre del 2019 terminó en más de 26.000 euros en positivo, lo que otorga ventaja para el presupuesto de 2020 que se ha fijado en más de 55 millones de euros. El margen de maniobra es alto, pero el modelo de financiación es el Talón de Aquiles del Teatro Real.

El Teatro Real depende en un 76% de los patrocinadores, la venta de entradas y los ingresos por eventos, entre otras vías. El 24% restante procede de las administraciones públicas. Partiendo de esta situación, la tan demandada democratización de la ópera es algo complejo y las entradas no se abaratarán.  

La Ópera de París recibe entre un 60-70% de dinero público, en el caso de la Ópera de Viena es un 90% de subvención pública. Estos porcentajes rechinan en comparación con el 24% de España. “Nadie se lo cuestiona”, sentencian fuentes del Teatro Real, “tenemos una limitación de tiempo y de espacio con 1.760 butacas para cada representación”.

Si como democratización de la ópera se entiende bajar los precios, desde el Teatro Real califican esta medida como ‘ideal’, incluso, pero sería necesario acceder a una subvención mayor por parte del Estado. Actualmente, los precios para disfrutar de la ópera en el Teatro Real alcanzan los 400 euros en función de la representación que vaya a hacerse, aunque hay entradas por unos 40 euros. Estos datos evidencian la compleja democratización de la ópera en España.

CAMBIO GENERACIONAL EN LA FUNDACIÓN

Además de la financiación, la principal necesidad del Teatro Real es conseguir un relevo generacional en el público. La Fundación del Real cuenta con casi 5.000 amigos, de los cuales, algo más de 1.000 son jóvenes menores de 35 años. Desde la institución artística aclaran que a este público se le aplican fórmulas de descuento o abonos como incentivo.

Los reclamos económicos para llenar el patio de butacas y los palcos no son las únicas medidas del Teatro Real. Las tendencias de consumo y la necesidad de abrirse a nuevo público llevaron a apostar por My Opera Player. La plataforma de streaming del teatro tiene doble función: llevar la ópera al público que no puede permitirse pagar una entrada por su elevado precio, y por otro lado, servir como primera toma de contacto con este arte de una manera más económica.

Aunque My Opera Player es una herramienta muy potente para volcar contenido audiovisual y que los suscriptores lo disfruten como si de Netflix se tratase, todo conduce a las cuestiones económicas. La plataforma se convierte en una alternativa para los amantes de la ópera que no pueden gastarse un gran porcentaje de su sueldo en entradas, pero sí pagar una suscripción mensual inferior a diez euros.