Una novela apasionante sobre las luchas de poder en la Italia del siglo XIV que no dejará a nadie indiferente
La autora argentina Marisa Dalla Costa, después su primera novela titulada Agnes, ha vuelto a hacer una acertada incursión a la literatura con El canto del mirlo.
Este libro es una novela histórica que se sitúa en el siglo XIV en Italia, en la zona del Véneto, y que narra el devenir de distintos personajes que tendrán que enfrentar las situaciones más crueles y difíciles.
Entre la ingente y detallada descripción de lugares y personajes, la narración se centra en Manfredo, Giuditta y Manrico, cuyas vidas se mueven y se han construido en base a una historia ficticia que, sin embargo, responde a la investigación incesante de la autora sobre aquella época.
Manfredo, un noble caballero entrenado en el arte de la espada, llega a Maróstica cuando contra el rey y su ciudad se está conjurando un ataque, en un ambiente de tensiones entre distintos territorios de la comarca por conquistar el poder económico. Giuditta, hija del soberano y con un espíritu libre y salvaje, conocerá a Manfredo y se enamorarán, mientras que el hermano de la misma, Manrico, con el propósito de saciar su ambición y sus instintos más crueles y salvajes, moverá distintos hilos para aliarse con otros nobles, que quieren someter a Maróstica al poder de Venecia.
No obstante, sus nombres y sus historias solo reflejan una mínima parte de la novela, pues multitud de elementos excelentemente tratados darán pie a que el lector se imbuya de la atmósfera medieval que quiere transmitir. Por eso, cabe destacar también la forma en que la descripción de los hábitos de vida y costumbres toman un papel esencial en la narración, así como las principales dificultades que la población sufría en aquella época (hambrunas, guerras, etcétera).
Asimismo, este libro se convierte en una buena opción para aquellos que disfrutaron, por ejemplo, con lecturas como Los pilares de la tierra. La trama se centra no solo en los ya mencionados personajes, sino también en las generaciones que les siguen y en los resultados de las acciones de unos y otros. De igual manera, se detalla el proceso de construcción de la muralla de Maróstica, la cual puede verse, todavía hoy, solemne sobre la colina que se sitúa al lado de la población. La misma autora refiere que ese fue el motivo de comenzar a escribir: «Quise descubrir el porqué de esta muralla, qué pretendía encerrar y contra qué enemigos se construyó. Me apasioné a su historia y a su construcción».
Finalmente, cabe destacar la abrumadora documentación que ha dado lugar a una reconstrucción sin igual de un periodo histórico que aún levanta pasiones y que, sin duda, se encuentra entre las páginas de El canto del mirlo.
Fuente Comunicae