‘La otra mitad de mi vida’ es una de esas novelas cuyos personajes permanecen junto a lectores y lectoras mucho tiempo después de cerrar el libro. Un relato que acerca a realidades cotidianas que, precisamente por ser próximas, permanecen invisibles
En su primera novela, M. G. Hernández presenta una historia entrañable que tiene por narradora a Clara Sophia Esquivel García, una mujer que los lectores podrán identificar con su vecina, su amiga o una familiar. Y es que una de las virtudes de esta novela es que quienes hojeen el libro pasearán por el relato casi como si lo estuvieran viviendo gracias al tono familiar que emplea la autora.
La idea principal de la obra es que una nueva relación puede poner suponer un antes y un después en la vida de una persona. El momento en que Clara conoce a Mateo es, sin duda, un ejemplo de la capacidad que tienen los seres queridos de aportar luz a las biografías. Poco a poco, se irá desvelando la historia de amor que se da entre los dos personajes y que, probablemente, no sea la esperada.
Esta novela parte del amor. Entre el dolor que existe en el mundo, rescata un mensaje esperanzador: atreverse a conocer a los demás hace que muchos prejuicios caigan por su propio peso. La trama está salpimentada con algunos temas candentes en las sociedades actuales. Por ejemplo, se habla sobre los entramados de las adopciones y la importancia que pueden tener estas en la felicidad de niños y niñas. Se trata también la homosexualidad, que sigue siendo fuente de una enorme discriminación en muchas sociedades y que la obra invita a aceptar como una posibilidad más de la sexualidad humana. Además, la trama está atravesada por la reivindicación de la igualdad de género.
Poco a poco, a fuego lento, se va desgranando el secreto que rodea la vida de Mateo hasta llegar a un final inesperado. Pero se debe leer sin prisa, porque lo delicioso de esta novela es paladear sus personajes, las escenas cotidianas y extraordinarias que tienen lugar en ella, descubrir nuevos sabores a medida que la trama avanza por territorios inexplorados y dejar que el relato se cueza a fuego lento en la imaginación.
Así, sin prisas, ha escrito la autora venezolana La otra mitad de mi vida desde el istmo de Panamá. Cinco años de documentación y redacción que se ven reflejados en todas las páginas de la novela, aderezadas con el amor y la pasión que le pone la autora a las cosas que hace.
M. G. Hernández tiene en mente traducir la obra al inglés, para llevar su mensaje al mayor número de gente posible, y comenta con rotundidad que no cree en segundas partes, aunque en un futuro los lectores podrán disfrutar nuevas historias suyas. La otra mitad de mi vida se puede adquirir en Amazon y Agapea. La autora agradece que los lectores compartan su opinión sobre el libro en las páginas de compra, o bien directamente con ella a través de Twitter, Instagram o Facebook.
Fuente Comunicae