La zona euro no ha llegado a cumplir los números que estaban previstos para este pasado mes de febrero. Es más, ha perdido impulso, lo que es una señal de que el ritmo de crecimiento, ya, podría haber superado su punto máximo.
El índice de gerentes de compras de IHS Markit retrocedió a un 57,1% desde el 58% que se dio en enero. Esto se encuentra por debajo de la estimación que se realizó en torno a un 57,7%. Por otra parte, Sentix afirmó el pasado lunes que la amenaza de Donald Trump sobre la imposición de aranceles en las importaciones de acero y aluminio ha restado optimismo a los inversores, por lo que el ánimo de la eurozona ha caído a su nivel más bajo en casi un año.
El informe de IHS muestra como en Alemania, la que es la mayor economía de la región, también ha registrado el menor crecimiento en tres meses. España ha ido contracorriente entre las principales economías, con la mejor lectura del IHS en ocho meses, siendo así la única provincia que da un valor positivo en el mes de febrero.
En Italia, que celebró elecciones nacionales en el pasado fin de semana, el IHS también ha sufrido una bajada. Han sido los grupos antisistema los que han ganado peso a medida que los votantes castigaban a los principales partidos después de varios años con un declive económico significante, en el que se han aumentado los impuestos y una ola de inmigración. La bolsa italiana se ha desinflado aunque el euro apenas ha registrado cambios.
Las encuestas de confianza que se han realizado en los últimos días junto a las cifras económicas que se han dado, demuestran que la expansión está enfriándose después de haber vivido el mejor año tras una década. La caída del índice Sentix fue mucho mayor de lo anticipado por los economistas.
“Los comentarios de Trump sobre las tarifas punitivas dan a los inversores mucho que pensar: un cambio económico está en el aire” dijo Manfred Huebner, director general de Sentix.
Estas lecturas llegan días antes de la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo el jueves. Mientras que algunos miembros ya han argumentado a favor de avanzar por el camino de la salida al estímulo, el presidente Mario Draghi no está convencido.
“Estos nuevos interrogantes económicos reducen la presión sobre el BCE para que apriete las riendas de la política monetaria” dijo Huebner.
Fergal O’Brien para Bloomberg