Viktoria Dendrinou para Bloomberg
Aunque la confianza en la economía de la zona euro alcanza niveles históricos, una serie de riesgos políticos que hierven a fuego lento en la Unión Europea aún amenazan con socavar la frágil recuperación del bloque.
La economía de la zona euro, respaldada por más de dos billones de euros en compras de bonos del Banco Central Europeo (BCE), ha avanzado con un índice de confianza en la industria y del consumidor que registró su lectura más fuerte este mes desde enero del 2001.
Pero una actuación electoral peor a la esperada por el partido de Angela Merkel en Alemania y la menguante popularidad de Emmanuel Macron en Francia han apilado las cartas contra un núcleo franco-alemán rejuvenecido en el corazón de la UE.
Las inminentes inyecciones en Italia y las medidas represivas en Cataluña que no resuelven el impulso subyacente a mayores riesgos de autonomía que afectan a la tercera y cuarta economía de la zona euro, respectivamente, ponen en duda la naciente recuperación del bloque europeo.
Y aunque la política monetaria del BCE ha tranquilizado a los mercados y ha dado un impulso a la economía, también ha causado que los Estados miembros sean complacientes al llevar a cabo las reformas necesarias, lo que podría exacerbar futuras crisis, según Carsten Nickel, director general de Teneo Intelligence. Una vez que la política del BCE se endurezca, todos los riesgos políticos pasarán a primer plano.
-
Secesión catalana
Después de que el Parlamento de Cataluña votó para declarar la independencia la semana pasada, el presidente Mariano Rajoy ejerció poderes extraordinarios otorgados por el Senado español para derrocar a su liderazgo separatista.
La región de Cataluña representa cerca del 20% de la producción económica del país
Mientras el impulso de Rajoy para mantener la unidad española ha prevalecido por ahora, las nuevas elecciones fijadas para el 21 de diciembre crean un mayor nivel de incertidumbre sobre el futuro constitucional de una región que representa el 20% de la producción económica del país.
-
Elecciones italianas
Se espera que la cuarta mayor economía de la Unión Europea celebre sus próximas elecciones en la primera mitad de 2018, una medición muy esperada por funcionarios en Bruselas que están preocupados por sus posibles implicaciones para la economía y el sistema financiero del país.
Se espera que las elecciones pongan a prueba, entre otros puntos de tensión, la relación ambivalente del país con el euro, su enorme deuda y un sistema bancario con problemas que aún trata de deshacerse de tenencias tóxicas de hace una década.
-
Coalición de Alemania
Cinco semanas después de las elecciones en Alemania, las cuatro partes involucradas en las conversaciones de la coalición aún deben acordar políticas clave como el futuro de la zona del euro, la protección del clima y la reforma migratoria.
El contenido del compromiso final determinará la postura del gobierno alemán respecto a algunos de los asuntos más importantes de la UE, y podría ser un indicador de cómo es probable que se desarrollen los mayores debates del bloque. El resultado de las conversaciones de la coalición también puede determinar si Merkel seguirá siendo dominante en la UE o si su poder se reducirá.
-
Emmanuel Macron en Francia
Si bien el ascenso del candidato pro euro, Macron, fue algo positivo, la menguante popularidad del líder francés en los meses posteriores a su elección ha levantado dudas sobre si el hombre de 39 años puede ver los cambios en Europa y en casa.
Macron todavía tiene tiempo y una mayoría parlamentaria de su parte, lo que significa que incluso si impulsa algunas reformas impopulares, todavía puede ser capaz de recuperarse.
-
Brexit
Las negociaciones sobre el Brexit continúan en un punto muerto a pesar de las promesas de la UE y el Reino Unido de acelerar el progreso, ya que las diferencias persisten en cuestiones clave como el proyecto de ley final respecto a lo que el Reino Unido deberá pagar al abandonar el bloque.
Alemania, Italia, Francia y España vendieron en 2016 cerca de 140.815 millones de euros en exportaciones
Aunque ambas partes han afirmado que el resultado deseado es un acuerdo justo, los países de la UE acordaron la semana pasada elaborar planes entre ellos en caso de que no se avance cuando los líderes se reúnan en diciembre.
El éxito o el fracaso de un acuerdo sobre el Brexit para marzo de 2019 determinarán no sólo el acceso del Reino Unido a su mercado más grande, sino también la capacidad continua e ininterrumpida de las empresas europeas para vender productos a Gran Bretaña. Las cuatro mayores economías de la zona euro: Alemania, Francia, Italia y España, vendieron en 2016 cerca de 164.000 millones de dólares (140.815 millones de euros) en exportaciones al Reino Unido.
-
División este-oeste
El gobierno polaco ha estado sumido en una campaña para controlar a los estados errantes, ya que los líderes populistas en Polonia y Hungría se han envalentonado por el éxito electoral de Donald Trump y la decisión del Reino Unido de abandonar la UE, desafiando al bloque en asuntos como el estado de derecho o la migración.
Mientras tanto, la victoria del euroescéptico partido ANO en las elecciones parlamentarias de la República Checa a principios de mes ha sido otro golpe para las fuerzas que impulsan una integración más profunda en la UE y subrayó la influencia de los partidos contrarios al establishment del bloque.
Y en otra elección al otro lado de la frontera, en Austria, los votantes allanaron el camino para que el Partido Nacionalista de la Libertad ingrese al gobierno, anunciando un cambio hacia la derecha que probablemente convierta al país en un espinoso aliado para sus socios europeos.
-
Migración
El flujo de inmigrantes sigue siendo una preocupación principal entre los líderes de la UE, quienes acordaron en una cumbre a principios de mes seguir un enfoque que incluye “vigilancia en todas las rutas migratorias y disposición para reaccionar ante cualquier nueva tendencia”.
Esto ocurre después de que el bloque luchara ante la mayor afluencia de migrantes desde la Segunda Guerra Mundial, amenazando con destruir el área de viajes sin visa de Europa. Si bien la situación es menos aguda que durante su apogeo en 2016, cuando hubo 1,82 millones de cruces ilegales en la UE, sigue siendo de gran importante política interna para muchos países como Austria y Alemania, donde la migración es problema clave para los votantes.