Ewa Krukowska para Bloomberg
Europa debe evitar el uso de árboles y cultivos, como una forma de satisfacer las necesidades de energía renovable, o correrá el riesgo de seguir aumentando los precios de los alimentos, la deforestación y la ocupación de tierras, advirtieron grupos ambientalistas.
La advertencia se produce cuando los gobiernos de la Unión Europea y el Parlamento Europeo discuten un proyecto de ley que pretende acelerar el cambio a la energía limpia para 2030. La propuesta mantiene las actuales normas, bajo las cuales el poder de quemar biomasa cuenta como energía verde y puede recibir subsidios.
Las empresas de toda Europa, entre ellas Drax Group, del Reino Unido y PGE, de Polonia, se benefician de las ayudas para utilizar la biomasa, con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, producidas a partir del carbón.
“Las políticas de la UE son absurdas desde el punto de vista de la eficiencia de los recursos”
“Las políticas de la UE son absurdas desde el punto de vista de la eficiencia de los recursos”, señaló a los periodistas Linde Zuidema, activista del grupo de protección forestal FERN, este jueves en Bruselas. La madera es la principal fuente de energía renovable en el bloque y sus políticas han llevado a una creciente cosecha forestal.
Drax ya cumple con las políticas de sostenibilidad del Reino Unido, comentó Matt Willey, portavoz de la empresa energética Selby. “La biomasa debe provenir de las fuentes sostenibles halladas en los bosques donde se proteja la biodiversidad, se mantenga la productividad y el crecimiento supere a la cosecha”, escribió Willey en un correo electrónico.
El bloque de 28 naciones quiere luchar contra el calentamiento global, que -según los científicos- es el culpable de las olas de calor, las tormentas y las inundaciones frecuentes. Su objetivo es reducir las descargas de carbono en al menos 40% para 2030, y aumentar la participación de las energías renovables en 27%.
Según el proyecto de ley de energía renovable, la Comisión Europea quiere que la producción de biocombustibles avanzados para el transporte suba a 6,8% para el año 2030 y a 1,5% para 2021. Al mismo tiempo, se prevé que la proporción de combustibles alternativos, basados en alimentos y en cultivos, se reduzca la próxima década a no más de 3,8%.
El mercado de biocombustibles de Europa está dominado por el biodiesel de cultivos, que es peor para el clima que el diésel fósil, y suele provenir del aceite de palma, según el grupo de Transporte y Medio Ambiente.
“En muchos sentidos, la madera es sólo carbón muy fresco”, comentó Alex Mason, oficial de política de la organización conservacionista WWF. Los responsables políticos de la UE deberían hacer más estrictos los criterios de sostenibilidad para la energía renovable.