El Kaláshnikov da un paso al frente. Quiere convertirse en robot de ataque

El Grupo Kaláshnikov, fabricante del famoso fusil de asalto del mismo nombre -más conocido también como AK-47- afirmó haber sido capaz de desarrollar “una inteligencia artificial capaz de identificar objetivos” y tomar decisiones en el campo de batalla.

Se entiende por tanto que hablamos de una inteligencia artificial aplicable al ámbito militar con la habilidad de decidir quién es el enemigo y si hay que disparar o no.

El grupo dijo específicamente, según reveló Vice, que su idea era lanzar una gama de “drones de combate” que usarían dicha inteligencia artificial para tomar decisiones por su cuenta e identificar a sus objetivos.

En teoría los robots deberían poder decidir quién es el enemigo y si deben disparar o no

Algunos de los robots de combate que usarán este tipo de tecnología llevarán montadas en lo alto ametralladoras PK. Lo que no está claro, de acuerdo con las afirmaciones de Vice, es si había algún cliente que se hubiera interesado por el proyecto y que incitara a desarrollarlo.

Una portavoz de la compañía afirmó en declaraciones a esta publicación que la red neuronal artificial que Kaláshnikov está desarrollando permitirá que este tipo de máquinas puedan operar de forma “independiente”.

Una independencia que según ella sería completa, a diferencia de los actuales drones en cuyas operaciones suelen intervenir aún seres humanos.

No es la primera vez que los esfuerzos rusos en robótica aplicada al ámbito militar saltan a los titulares.

El pasado 14 de abril el diario británico Independent publicaba una noticia sobre FEDOR, un robot antropomorfo desarrollado en Rusia al que se le estaba entrenando para disparar con ambas manos.

A pesar de que lo bautizaron con un conocido nombre de pila masculino ruso en realidad corresponde a las siglas en inglés Final Experimental Demonstration Object Research.

Tanto las autoridades rusas como los propios creadores negaron estar fabricando una especie de Terminator.

Quienes lo desarrollaban manifestaron a este diario británico que entrenarlo en este tipo de actividad serviría para mejorar sus habilidades, tanto motrices como de toma de decisiones.

Las autoridades rusas y los propios creadores negaron estar fabricando una especie de Terminator

Se espera que FEDOR viaje al espacio en 2021 como único tripulante a bordo de una nave fletada por la Federación Rusa.

La de disparar no es ni mucho menos la única habilidad de FEDOR. En su momento se le pudo ver en diversos vídeos no solo disparando dos glocks sino también manejando distintos tipos de llaves, herramientas e incluso conduciendo.

El proyecto original era destinarlo al rescate, pero los ingenieros se percataron también del uso que podría tener en el campo militar.

Se pudo ver a otro robot disparando con dos pistolas y manejando distintas llaves, herramientas y conduciendo

Dejando a FEDOR y volviendo al proyecto de Kaláshnikov, Vice argumentó hace días que el supuesto logro de la empresa armamentística en este sentido no era ni mucho menos una novedad.

Motherboard, por su parte, expresó sus dudas más recientemente sobre este posible logro subrayando lo impreciso de la información.

"Kaláshnikov alemán robot"
Robot del Ejército alemán. /Tuelp (Wikimedia).

En el primer medio citado aseguran que las redes neuronales artificiales llevan desarrollándose para aplicarse en el ámbito militar desde hace más de una década.

Se ha trabajado para integrarlas especialmente en los campos del reconocimiento de objetivos, el mapeo de infraestructuras, misiones de rescate y envío de ayuda.

Motherboard recogió la valoración de un experto en robótica de la Universidad Estatal Politécnica de California, para el cual falta información en las afirmaciones de la conocida corporación rusa.

No es lo mismo poder distinguir un ser humano en general que un enemigo que porta un arma

Afirmó que la idea de crear un arma basada en la tecnología de las redes neuronales artificiales es “vaga”, porque “puede ser algo tan simple como el reconocimiento de seres humanos o tan complicado como reconocer a un adversario que porta un arma”.

Esto último es una matiz esencial para él, porque considera que “afecta a la fiabilidad y a la predictibilidad” de la máquina sin las cuales “hay una grave pérdida de control por parte del ser humano” que puede resultar significativa.

Y es que sin este tipo de control el sistema tiene “muy poco valor” salvo que el objetivo de quienes lo desarrollan sea que el robot se líe a tiros «con todo lo que se ponga a su alcance».