Los ocho jefes de estado menos diplomáticos

Son los más irreverentes. Algunos siguen en sus cargos y otros ya han cesado o la muerte les ha obligado a abandonar forzosamente un puesto que ya parecía vitalicio; en cualquier caso, lo que siempre quedará en la memoria de todos es su carácter diferente que les ha llevado a salir de las líneas marcadas por lo políticamente correcto en los últimos años.

En muchos casos difieren bastante con el código de buenas conductas que debe seguir cualquier representante político con sus homólogos de otros países; pero nadie les podrá negar que ponen una nota de color a la sección de política nacional e internacional de todos los diarios y medios del mundo. Aquí una lista con los casos más llamativos, desde el ¿por qué no te callas de Juan Carlos I?, hasta lo último de Trump:

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Juan Carlos I

En el recuerdo de todos los españoles quedarán grabadas para siempre algunas salidas de tono del que ahora es rey emérito, Juan Carlos I, una figura clave para la política contemporánea española y uno de los principales impulsores de nuestro actual sistema democrático. 

Sin embargo, el estilo campechano de su majestad le ha llevado a protagonizar algunos de los momentos más anecdóticos de los últimos años. Como bien decía, para el recuerdo quedan, por ejemplo, su » ¿por qué no te callas?» al expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, o su «lo siento mucho. No volverá a ocurrir«, después de que se supiera que había estado cazando elefantes en un país africano.

La leyenda de Juan Carlos I ha sido tan alargada -por su carácter abierto- que las leyendas urbanas sobre su figura se han extendido a lo largo de las últimas décadas. Una de las más conocidas es la de algunos ciudadanos que aseguran que el rey emérito escapaba de sus guardaespaldas para salir de fiesta por las noches.  O, la del rey motorista que te ayudaba en la carretera si tu coche te dejaba tirado por la noche en la carretera. 

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