Las redes sociales se fraguaron con mucho trabajo de investigación tras de ellas. Gran parte de ese trabajo fue para lograr engañar a las personas, con estudios sobre cómo afectaba cada uno de sus elementos en generar dopamina en el cerebro. Facebook es uno de los reyes en este sentido, junto con su otra red social, Instagram. También lo han hecho otras redes sociales conocidas.
Aunque sean gratuitas, ganan ingentes cantidades de dinero con tus datos privados, esos que tú mismo subes de forma consciente cuando publicas, das a un like, e incluso cuando subes imágenes con metadatos. Por eso les interesa siempre tener a gente enganchada. Por eso, cuando se están planteando quitar los ‘likes’, es probable que ya tengan nuevos métodos para crear adicción de una forma diferente.
Es algo que preocupa a muchos expertos en salud. Cada vez hay más personas enganchadas a las nuevas tecnologías, y mucha culpa la tienen las redes sociales, especialmente entre los jóvenes. Ya existen multitud de centros de rehablitación de personas. Por eso los expertos están realizando estudios sobre el impacto sobre la salud mental. Hay que tener en cuenta que los jóvenes entre 16 y 24 años son los que más las usan, edades cruciales para el desarrollo emocional y psicosocial de las personas…
Así afecta a tu salud las redes como Facebook e Instagram
Adicción a Facebook o Instagram

Estudios de muchas universidades, como la de Harvard, han determinado cómo afectan las redes sociales a tu cerebro. Con ayuda de neuroimágenes para ver lo que sucede en los cerebros de las personas podían saber qué estaba ocurriendo mientras usaban las redes como Facebook o Instagram.
En sus informes han determinado que la autorrevelación (hablar sobre sí mismo o mostrar fotos) produce una mayor actividad en ciertas regiones del cerebro, concretamente en las que forman el sistema de dopamina mesolímbico, incluido el núcleo accumbens y el área tegmental ventral (conocido como «circuito de recompensa»). Es decir, lo que da placer.
Al publicar fotos, hacer like, etc., se pone en marcha y aumenta la liberación del neurotransmisor dopamina, actuando sobre ese sistema de recompensa. Es decir, igual que hacen las sustancias adictivas. Por eso, tu cerebro querrá más y más, generando graves problemas de adicción que se deben tratar en centros especializados como se hace con el alcoholismo, o drogas más duras… El procedimiento es similar, apartarlos de su adicción y tenerlos realizando actividades como jardinería, cocina, etc., para que estén distraídos.
Ansiedad

Instagram, Facebook y otras redes sociales también crean ansiedad. La ansiedad es un mecanismo defensivo de nuestro sistema nervioso, ya que se pone en alerta ante situaciones consideradas como amenazas. Así moviliza al organismo y lo mantiene alerta y dispuesto para intervenir ante un posible riesgo.
Pero eso es normal y le ocurre a cualquier persona. El problema viene cuando la ansiedad es constante y no solo cuando aparentemente estamos ante un peligro o amenaza. En esos casos, el nerviosismo, irritabilidad, etc., pueden ser muy incómodos y perjudiciales para quien los padece.
Esta ansiedad puede llevar a miedos o fobias. Y todo por la inquietud que te puede generar cuando alguien no le da a ‘me gusta’ por una publicación que has hecho, o esperas ansioso una respuesta a un mensaje, o estás preocupado por el impacto que tendrá lo que has subido, etc.
Depresión

La ansiedad puede ser el primer paso y puede llevar a cosas peores como una depresión. En ocasiones, lo que se expone en las redes sociales y su impacto, como los comentarios negativos que se hacen en Facebook e Instagram, o el pasar completamente desapercibido frente a la popularidad de otros, puede llevar a estos trastornos.
Vivimos en una sociedad muy preocupada sobre la imagen y lo que se piensa de nosotros. Las comparaciones con otros perfiles por baja autoestima, o la búsqueda de perfeccionismo por la agonía por conseguir más popularidad pueden terminar mal.
En algunos casos extremos se ha llegado al suicidio cuando los comentarios han sido demasiado fuertes o no se ha conseguido lo que se buscaba.
Insomnio

El uso abusivo de las pantallas cuando estás enganchado a Facebook o Instagram pueden generar una mayor actividad en tu sistema nervioso y que te cueste más dormir de forma adecuada. Especialmente cuando te vas a la cama y lo último que haces es mirar tus redes. Los expertos aconsejan no usar la tecnología durante un periodo antes de ir a dormir.
A esos efectos de la luz de las pantallas hay que agregar los problemas de nerviosismo o ansiedad, que hacen que, aunque intentes dormir, no puedas hacerlo adecuadamente.
En el caso de tener una adicción, el sueño pasa a ser algo secundario, como también lo es comer y otras cosas básicas de la vida. Eso podría llevar a los adictos a pasar noches enteras enganchados o irse a dormir a muy altas horas de la madrugada. Y hay que tener presente que el sueño es vital para el organismo, ya que tiene efectos reparadores en el organismo.
Sedentarismo

El sedentarismo es otro de los problemas. Al no hacer ejercicio mientras se usan las redes sociales como Facebook o Instagram, entre otras, es otro de los graves problemas en la actualidad.
Los jóvenes hacen cada vez menos actividad física por el uso de las nuevas tecnologías. Y eso unido a que cada vez la alimentación es peor, con la proliferación de la comida basura y los precocinados, hace que la salud se esté resintiendo mucho.
La obesidad o la diabetes son dos de las preocupaciones más elevadas que existen ahora. En España cada vez hay más problemas de sobrepeso entre niños y se están abandonando los buenos hábitos de la dieta mediterránea para copiar otras dietas no saludables como la de EE.UU.
Ciberacoso en Facebook e Instagram

Pasar mucho tiempo en redes como Facebook o Instagram implica tener mucho apego por lo que allí ocurre, y considerar que es casi tu vida. Muchas personas, especialmente los jóvenes con problemas de autoestima o depresión, son las víctimas con más riesgo.
El bullying o acoso escolar ya ha tomado una nueva dimensión. Ya no solo ocurre en los pasillos, patios o en las aulas de los centros educativos, también se ha trasladado al mundo digital, sobre todo en redes sociales y apps de mensajería instantánea.
Un insulto no es acoso, se debe tener muy en cuenta. Pero cuando ese insulto o agresión se repite una y otra vez, entonces sí que se considera acoso. En esos casos se debe denunciar la cuenta, bloquearla, guardar capturas o pruebas por si hay que denunciarlo ante las autoridades, y en ningún caso contestar, ya que es lo que buscan los acosadores.
FOMO

La nomofobia o FOMO (Fear of Missing OuT) es un miedo a estar fuera de linea, a no estar conectados. Este problema es cada vez más común, aunque no solo es algo exclusivo de las redes sociales.
Es una nueva forma de ansiedad por buscar la popularidad o no perderse nada de lo que ocurre en las redes sociales o chats. Por eso, los que la sufren necesitan tener siempre a mano un dispositivo donde consultar lo que está ocurriendo.
En ocasiones, es lo último que hacen al irse a dormir y lo primero que hacen al despertarse. Y no pueden dejar de hacerlo incluso en reuniones familiares, mientras comen, etc. Consultan sus muros, miran sus mensajes, correos, actualizan la página para ver todo lo nuevo, etc., de forma compulsiva.
Aislamiento social

La adicción y FOMO pueden llevar a un aislamiento social. En reuniones familiares o con amigos, muchos jóvenes (y no tan jóvenes) suelen aislarse y centrarse en mirar la pantalla.
Es decir, ignoran completamente a las personas que tienen a su alrededor. En ocasiones ni escuchan ni responden a la conversación que se mantiene. Por tanto, es un problema cada vez más frecuente. Incluso se puede dar el caso tan ridículo de que varias personas estén hablando entre sí a través de una app cuando están al lado el uno del otro…
Eso llevado más allá los lleva a aislarse en casa para usar Facebook, Instagram y otras apps y descuidar amistades, familia, etc., incluso perdiendo el contacto con ellos. Y la soledad buscada por esto parece llevable, pero cuando la soledad es impuesta porque te has quedado solo, entonces no es tan agradable.
Dejadez física

Antes se ha expuesto los problemas de sedentarismo, con los riesgos que eso conlleva para la salud. Esto tiene también asociado un incremento del peso y, desgraciadamente, lo que eso puede significar entre los jóvenes. Muchos sufren acoso por no estar en su peso, con insultos y burlas de los compañeros de clase o a través de redes.
Pero no es el único problema asociado con un uso abusivo o adicción a las redes como Facebook, Instagram y otras tecnologías, ya que en ocasiones también se descuidan otros aspectos.
Por ejemplo, el aseo de las personas, la vestimenta, la imagen, etc. Esto tampoco contribuye positivamente a otros problemas como la baja autoestima.
Otros problemas derivados de lo anterior por usar Facebook, Instagram…

Y por último, tanto los problemas de sendentarismo, como la ansiedad y otros trastornos por el uso abusivo de redes sociales como Facebook o Instagram también tienen otros efectos adversos asociados.
Por ejemplo, el sedentarismo puede implicar un exceso de grasa que tan perjudicial es para enfermedades cardiovasculares, diabetes, o el cáncer.
Los problemas cardiovasculares junto con los de nerviosismo excesivo por la ansiedad, depresión, etc., podrían acelerar el deterioro de los tejidos o los problemas de corazón. Por tanto, son problemas serios sobre los que hay que actuar.