El consumo de productos lácteos en los hogares españoles creció un 20,3% durante la crisis del coronavirus, según datos ofrecidos por la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL).
En concreto, la patronal ha destacado este incremento del consumo de estos productos sobre todo desde abril hasta mediados de mayo, que llegaron a alcanzar picos de hasta el 45%, que en las mismas semanas de 2019.
«La leche, los yogures y el queso, así como la mantequilla y la nata para su uso en repostería casera, fueron algunos de los productos con los que los españoles han llenado su cesta durante y después del confinamiento», ha explicado el presidente de FeNIL, José Armando Tellado.
Por su parte, el director general de FeNIL, Luis Calabozo, ha precisado que el incremento de consumo de lácteos no se limita a la crisis sanitaria, «la cual solo ha reforzado la tendencia positiva que el consumo en el hogar venía experimentando desde 2019, de en torno al 1,5%. «Desde el sector lácteo aplaudimos que los consumidores hayan dado estos meses a la leche y a los productos lácteos el papel esencial que tienen en su dieta», ha indicado.
Sin embargo, Calabozo ha advertido que el cierre del canal Horeca por el estado de alarma ha impactado negativamente en el sector. «No obstante, hay que distinguir el aumento del consumo en los hogares con la situación global del sector», ha señalado.
«Se da la paradoja de que, pese a estos aumentos del consumo, el cierre de la hostelería y la restauración, unido a las dificultades en la exportación por la crisis sanitaria han supuesto un duro mazazo al sector. Nos enfrentamos además a importantes retos, como por ejemplo, la entrada en España de excedente de queso de bajo valor añadido de otros países del norte de Europa«, ha explicado.
Por su importancia en una dieta sana, la Comisión Europea encuadró la leche y los productos lácteos entre los productos perecederos definidos como «esenciales» cuyo abastecimiento debía priorizarse durante la crisis sanitaria.
Desde el estallido de la pandemia en España a mediados de marzo, el compromiso de las industrias lácteas de todo el país con la sociedad ha sido «firme» y han puesto todos los medios para garantizar la producción y el suministro de leche y productos lácteos a la población ante los grandes picos de demanda que hubo durante la crisis sanitaria.