¿Qué sería del mundo sin croquetas? Una de las maravillas gastronómicas que nos ha dejado el país vecino y que España ha sabido adoptar y darle nuevos sabores. Una receta con ingredientes bastante baratos pero con resultados realmente deliciosos que encantan a todos. Sin embargo, hacer unas croquetas perfectas no es tan sencillo como parece.
Existen multitud de trucos y consejos para poder hacer la bechamel adecuadamente, o para que no se abran al freír, para que queden bien jugosas, e incluso para que el rebozado esté en su punto, es decir, para que esté crujiente y con el espesor adecuado…
Las mejores ideas para un gran rebozado de croquetas
¿Qué es Panko?
El panko es un desconocido para muchos en la cocina occidental, sin embargo, es un ingrediente muy popular para las tempuras japonesas. Se trata de una especie de pan rallado japonés que se fabrica a partir de pan rallado sometido a un proceso de calentamiento óhmico. Un proceso desarrollado en Japón durante la II Guerra Mundial y que permite fabricar pan sin corteza que es adecuado para los rebozados de croquetas y otros muchos productos.
Muchos están descubriendo este producto en la cocina europea, ya que permite aportar a las frituras un rebozado con efecto crujiente y un tanto aireado que deja una sensación agradable.
Panko vs pan rallado para las croquetas
A diferencia del pan rallado tradicional, que se elabora con pan de harina de trigo que se pulveriza, el panko se obtiene de un pan sin corteza y que se desmigaja. Por eso aporta trozos algo más grandes, como si fuesen escapas, y que deja la superficie de las croquetas algo más gruesas e irregulares.
Realmente no hay uno mejor que otro, es simplemente cuestión de gustos. Pero si ves que con el pan rallado no te queda el rebozado lo suficientemente grueso y quieres un plus de crujiente en tus croquetas, entonces el panko es una opción sensacional.
Pan rallado sin gluten, otra alternativa para las croquetas
Ni el pan rallado normal ni el panko son opciones para los intolerantes al gluten y los celíacos, ambos se hacen con harina de trigo. Sin embargo, se pueden hacer rebozados extraordinarios sin gluten con el pan rallado sin gluten que suelen vender en multitud de supermercados y tiendas.
Este pan rallado no solo les gustará a estas personas que no pueden comer gluten, sino que por su textura hace que la croqueta esté más crujiente que con el pan rallado normal. Por tanto, puede gustar a toda la familia.
Cereales para un toque crujiente
Si buscas alternativas algo más exóticas para rebozar tus croquetas, también puedes experimentar con distintos copos de cereales en vez de usar pan rallado. Por ejemplo, con avena, con maíz (incluso maíz tostado o «kikos»), mezclas de cereales, etc.
Una alternativa que queda muy bien y crujiente es usar los famosos Corn Flakes del desayuno. Si machacas estos para hacer una especie de «pan rallado» con ellos, podrás rebozar tus croquetas con ellos y disfrutar de ese toque crunch. Además, es una forma de variar para esas comidas especiales donde quieres sorprender con algo que vaya más allá de lo convencional…
O también frutos secos o snacks
Además de la opción de los copos de cereales, también es posible crear unas croquetas deliciosas y muy crujientes experimentando con otros rebozados. Por ejemplo, podrías usar algunos snacks salados, como patatas fritas crujientes para deshacerlas y rebozarlas con eso.
También los frutos secos molidos pueden ser una gran opción, como las almendras, nueces, etc. Las posibilidades son muy numerosas como puedes ver. Se puede hacer mezclas con varios frutos secos, o tal vez hacer un mix con snacks y frutos secos, o con frutos secos y cereales, etc. ¡Y queso rallado! Integrar queso rallado a los rebozados es una grandiosa idea. El límite es tu imaginación. Todas ellas darán como resultado unas croquetas que impactarán a los comensales.
Cómo rebozar las croquetas: Harina, huevo, ¿…?
Por último, también es importante saber cómo rebozar unas croquetas, sea lo que sea que vayas a usar para ello. También es bueno conocer el orden por el que tienes que pasarlas por los diferentes «baños»:
- Una vez las croquetas ya están formadas, muchos prescinden de pasarlas por harina. Sin embargo, es una buena forma de mejorar el rebozado. Eso hará que queden más compactas y haya menos problemas a la hora de freírlas.
- Lo siguiente será pasarlas por el huevo batido, haciendo que éste empape todo el contorno de las croquetas.
- Después es el momento de pasarlas por el pan rallado o lo que hayas usado en su sustitución.
Algunos quieren conseguir una capa más gruesa, y lo que hacen es volver a pasar por huevo y más pan rallado. Pero esto es opcional.