El pollo guisado es una receta clásica a la que muy poca gente puede resistirse y que admite un gran número de variantes. También es una buena forma de conseguir que todos en casa coman más verduras.
Si quieres aprender una nueva forma de hacer pollo en salsa, hoy te traemos una receta muy sencilla y que conseguirá que todos se chupen los dedos. Y lo mejor es que la tendrás lista en un periquete.
¿Qué ingredientes hacen falta para el pollo guisado?
Con los ingredientes que te vamos a indicar tendrás más que suficiente para hacer la comida para cuatro personas. Te hacen falta cuatro cuartos de pollo (puedes sustituirlos por pechugas si en tu casa gustan más), y los clásicos aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra molida.
Además te hacen falta una cebolla grande, una zanahoria, un pimiento verde, un puerro, un tomate maduro, dos dientes de ajo, un par de hojas de laurel y 100 ml de coñac o de brandy (si lo prefieres puedes ponerle cerveza o un poco de vino blanco).
Prepara el pollo
Coge los trozos y salpiméntalos por ambos lados. En una sartén pon un buen chorro de aceite de oliva y marca o sella los pedazos de carne. Cuando estén dorados por todas las caras puedes retirarlos y reservarlos.
Aunque en esta operación puedes tardar unos 10 o 15 minutos, ten en cuenta que el pollo no está cocinado del todo, por lo que no está listo para comer todavía. Terminarás de cocinarlo en la salsa.
Prepara las verduras
Una vez que tengas el pollo listo y fuera de la sartén no tires el aceite, porque vas a utilizarlo para preparar la salsa. Esto hará que la misma te quede mucho más sabrosa. Para hacerla, empieza picando las verduras en trozos pequeños.
Pon a pochar a fuego medio-bajo la cebolla, el pimiento verde, el puerro, la zanahoria y los dos dientes de ajo. Cuando veas que la verdura ha perdido parte de su agua y la cebolla empieza a dorarse, añade el tomate que previamente habrás pelado y cortado en dados pequeños.
Incorpora la carne para hacer pollo guisado
En el siguiente paso lo que vamos a hacer es añadir a la sartén o la cazuela que estemos utilizando el pollo que hemos sellado antes, y después incorporamos la copa de alcohol que queramos utilizar, dejando reducir durante tres o cuatro minutos.
Ahora cubrimos todo con agua y añadimos las hojas de laurel. Lo tapamos y dejamos cocinar a fuego lento durante unos 45 minutos. Eso sí, échale un ojo de vez en cuando para asegurarte de que no se queda sin agua.
Preparación de la salsa
Un buen pollo guisado requiere de una salsa que invite a mojar pan, y esta que estamos preparando, lo es. Una vez finalizado el tiempo de cocinado, vuelve a retirar el pollo y saca las hojas de laurel.
Pasa las verduras y el caldo que les quede al vaso de la batidora y tritúralo todo bien. Puedes conseguir una consistencia más o menos densa quitando agua o añadiéndola. La salsa debe quedar con la textura que más te guste a ti.
Terminando la receta de pollo guisado
Vuelve a añadir la salsa a la cazuela que estés usando para cocinar, añade otra vez el pollo y las hojas de laurel y deja que se caliente todo junto. En unos cinco minutos más tendrás tu comida lista.
Si en casa no les importa encontrarse tropezones, puedes reservar algunas de las verduras y añadirlas a la salsa ya triturada. Incluso puedes servir el plato directamente a la mesa sin triturar las verduras.
Una receta de aprovechamiento
Lo bueno del pollo guisado es que es una receta que admite muchas variantes y, por tanto, funciona muy bien como receta de aprovechamiento. Por ejemplo, puedes hacerlo con cualquier verdura que tengas por casa.
Si tienes una berenjena, un calabacín o cualquier otra verdura que empieza a mostrar signos de estar poniéndose mustia, no lo dudes y añádelas a la salsa. Incluso cocineros reputados como Jordi Cruz utilizan este truco.
Un plato perfecto para cualquier día
El pollo en salsa es una receta perfecta para disfrutarla los fines de semana, pero también la puedes tomar cualquier día de diario. Lo bueno es que aguanta muy bien de un día para otro, incluso la salsa sabe mejor.
Si eres de los que se llevan la comida a la oficina en un tupper, esta receta da muy buenos resultados, porque el pollo no se queda nada seco.
Trucos extra
Para conseguir un resultado todavía mejor, procura usar pollo fresco, cuando congelas esta carne pierde parte de su humedad durante el proceso de descongelación y eso puede hacer que se quede más seca.
Si quieres un extra de sabor, marina los trozos de pollo en una mezcla de zumo de limón, lima o naranjas durante un par de horas. Esto contribuye a ablandar la carne y a darle más sabor.
¿Cómo maridar el pollo guisado?
Depende mucho de tus gustos, pero también de la forma en la que lo hayas cocinado. Si has usado para la salsa ingredientes sencillos como las verduras que hemos señalado, mejor tomar el plato acompañado de vino tinto.
Si has añadido algún sabor o textura que deseas que se note especialmente, prueba con un vino espumoso no demasiado dulce, incluso con un buen cava.