Ha vuelto el clásico del género slasher del cine de terror con un reboot de Netflix que se estrenó el pasado sábado 19 de febrero en la plataforma de streaming. La primera película de La matanza de Texas dirigida por Tobe Hopper, y estrenada en el año 1974, aseguraba estar basada en hechos reales por lo que todo el mundo creyó que la historia sucedió igual. Sin embargo, el personaje estaba inspirado en un asesino en serie que cometió crímenes de una forma distinta a la ficción.
Novena película de la franquicia
Leatherface está de vuelta tras cinco años desde la última entrega. La trama nueva mantiene la esencia gore y sangrienta de la original rodada hace casi cinco décadas. Tobe Hopper supo plasmar a un psicópata aterrador con su motosierra y John Larroquette narró el mensaje que se mostraba previamente a la visualización de la película. Han pasado casi 50 años desde que La matanza de Texas se estrenara en la gran pantalla y el mismo John Larroquette ha vuelto a escribir los créditos iniciales del último reboot de Netflix.
Mensaje que John Larroquette narró para la introducción
«La película que está a punto de ver es un relato de la tragedia que acaeció a un grupo de cinco jóvenes, en particular Sally Hardesty y su hermano inválido, Franklin. Es incluso trágico de más puesto que eran jóvenes. Pero, si hubieran vivido una vida muy, muy larga, no podrían haber esperado ni habrían deseado ver tantos hechos locos y macabros como vieron ese día. Para ellos, una idílica tarde de verano en coche se convirtió en una pesadilla. Los eventos de ese día conducirían al descubrimiento de uno de los crímenes más extraños en los anales de la historia estadounidense, La matanza de Texas.»

‘La matanza de Texas’ no está basada en hechos reales
La historia que muestra la ficción no está inspirada en un brutal crimen sangriento tal y como se hizo creer. El hecho de que la trama mostrara un caso real provocaba una mayor sensación de terror en los espectadores. Plantearlo de tal forma tan solo fue una estrategia de marketing para conseguir un mayor número de espectadores. Esto demostró en aquella época que la violencia, los asesinos y la sangre podían formar parte del entretenimiento. La táctica fue imitada por posteriores películas de terror como Holocausto caníbal de 1980 o El proyecto de la Bruja de Blair de 1999. A pesar de que la historia de La matanza de Texas no es real, el personaje sí está inspirado en un asesino que estuvo implicado en los crímenes atroces que tuvieron lugar en la América de la posguerra.

El desarrollo de Leatherface y la granja de la familia Sawyer
Para caracterizar al personaje principal de La matanza de Texas su creador, Tobe Hopper, se inspiró en Ed Gein. El asesino en serie cometió crímenes atroces durante la década de los 50 conmocionando a la sociedad. En la realidad los asesinatos no se llevaron a cabo con una motosierra. Ed Gein acabó con la vida de sus víctimas con tiros. Independientemente de la forma en la que se llevaran a cabo las ejecuciones, Tobe Hopper tomó como referencia tanto los aspectos de personalidad como el coeficiente intelectual del asesino real. En la ficción plasmó los factores del entorno que le influyeron y el entorno en el que se crió creando para la película una familia de caníbales.
Los padres de Edward Theodore Gein
El asesino en serie en el que se basó Tobe Hopper para desarrollar la historia de ficción en La matanza de Texas nació el 27 de agosto del año 1906 en Wisconsin. Su padre George P. Gein era alcohólico y su madre Augusta T. Lehrk tenía una creencia utra religiosa que le llevó a pensar que las mujeres habían sido creadas por el demonio como prostitutas para tentar a los hombres. La obsesión le llevó a obligar a sus hijos a leer el Antiguo Testamento de la Biblia cristiana.

Tragedias familiares que vivió Ed Gein
En el año 1940 su padre falleció. Esto provocó que Ed se uniera fuertemente a su madre sobreprotectora desarrollando un gran complejo de Edipo. Tan solo 4 años después se ocasionó un incendio en la granja familiar al que no sobrevivió su hermano Henry. La causa de la muerte oficial fue la asfixia que sufrió por el humo del fuego, sin embargo su cuerpo presentaba signos de haber sido golpeado. Al año siguiente su madre tras sufrir una apoplegía fallecía y él se quedaba solo en el mundo con un montón de traumas.

Crímenes de Edward Theodore Gein
Ed comenzó a vestirse habitualmente con ropa de mujer y a buscar en sus víctimas el recuerdo de su progenitora. Habían pasado 12 años desde que su madre muriera cuando la policía entró en su casa buscando a una mujer desaparecida. Lo que se encontraron, además de a Bernice Worden decapitada colgando de los tobillos y eviscerada, fueron un montón de restos humanos por toda la vivienda. Entre los objetos escabrosos había fundas de sillones hechas con piel humana, calaveras usadas como tazones, ceniceros y lámparas, o los órganos de la propietaria de la ferretería de Plainfield, Bernice Worden, en el congelador. Todo ello tras ser fotografiado fue destruido. Ed Gein confesó haber cometido dos asesinatos, Mary Hogan y Berenice Worden. El resto de objetos humanos que poseía los había conseguido al profanar tumbas del cementerio de la localidad.

Ed Gein ingresó en un psiquiátrico
Fue detenido por los asesinatos que cometió y puesto a disposición judicial. Finalmente Ed Gein fue declarado un enfermo mental ingresando en una clínica psiquiátrica hasta su fallecimiento en el año 1984 por insuficiencia respiratoria. El asesino pasó a la historia siendo conocido también como «el carnicero de Plainfield». Su historia ha servido de inspiración tanto para la película La matanza de Texas como para otras ficciones como Trastornado, Psicosis, El Silencio de los Inocentes, Ed Gein, Ed Gein: The Butcher of Plainfield.

















































