Ahora que ha llegado el frío y la luz y el gas están con los precios por las nubes, es momento de buscar alternativas para poder calentar la casa sin necesidad de tener que recurrir a la calefacción.
Vamos a ver algunos consejos para conseguir que la temperatura dentro de tu hogar sea lo más agradable posible aunque fuera haga bastante frío. Conseguirás confort térmico y además ahorrarás en la factura energética.
Ventila de forma prudencial

La ventilación del domicilio es algo esencial que debemos hacer todos los días, pero en invierno cuando abres la ventana todo el frío del exterior se cuela dentro de casa y eso hace descender mucho la temperatura del interior.
Una buena forma de evitarlo es ventilando de forma prudencial. No hace falta que tengas las ventanas abiertas durante toda la mañana. 10 minutos son más que suficientes para reciclar el aire de toda la casa.
Usa cortinas más gruesas y ahorra en calefacción

Las ventanas son puntos por los que suele entrar frío, especialmente si no están bien aisladas. Si notas que por las tuyas entra más aire del que debería, es hora de invertir en unas buenas cortinas térmicas aislantes.
Su precio ronda los 30 euros y estéticamente no se diferencian de una cortina tradicional, pero en la parte posterior tienen un forro térmico que evita que el frío penetre en la estancia.
Viste la casa de invierno

Una forma de mejorar el confort térmico en el hogar es darle a todos los espacios un toque mucho más hogareño y cálido. Por ejemplo, cambia los cojines de las camas y el sofá por unos más mullidos y de tejido más grueso.
Aprovecha y saca ya las alfombras. Te mantendrán aislado del frío del suelo y, a la vez, conseguirán que las estancias transmitan una sensación de mayor calidez.
Cierra la puertas

Incluso cuando pensamos que hace frío en una de las estancias de nuestra casa, esta está más caliente de lo que nos parece. Lo notamos después cuando ese calor se disipa y empezamos a echarlo de menos.
Una buena forma de conseguir zonificar el calor es cerrar las puertas de aquellas estancias que no estamos usando. Si cierras la puerta, la habitación se mantendrá a una temperatura más agradable.
Aprovecha el sol para ahorrar en calefacción

El sol es un climatizador natural que deberías aprovechar. Aprovecha para dejar las persianas subidas y las cortinas corridas durante las horas de mayor incidencia del sol en tu casa. Este se encargará de hacer subirla temperatura.
Por el contrario, una vez que el sol se haya ido, corre las cortinas y baja las persianas para intentar evitar que el calor que ha cogido la estancia no se escape.
Aísla mejor las paredes

Las paredes que dan hacia el exterior del edificio suelen contribuir a que el frío penetre dentro de casa. Si no quieres estar todo el día con la calefacción encendida ni gastarte un dineral en aislamiento, puedes conseguir un efecto similar de forma casera.
Se trata de cubrir aquellas paredes que dan al exterior. Puedes hacerlo con unas estanterías llenas de libros, con unos cuadros y hasta con un tapiz. Estos elementos ayudarán a que suba la temperatura.
Acierta con la elección de colores para no gastar de más en calefacción

Si vas a usar el truco de utilizar el sol a modo de climatizador natural puedes aprovechar este otro consejo para conseguir que la temperatura dentro de casa sea lo más agradable posible. Se trata de usar colores claros y cálidos en las paredes.
Estos tonos absorben mucho mejor la luz y contribuyen a distribuir el calor que está entrando por las ventanas. Otro truco extra es colocar un espejo justo enfrente de la ventana para aumentar la luminosidad.
Mantas por toda la casa

Hay cientos de opciones de mantas de pequeño tamaño perfectas para taparte mientras estás en el sofá, incluso puedes confeccionar la tuya propia a ganchillo. No dejes ni un rincón de casa sin mantas.
Así, cuando la sensación de frío aparezca, lo único que tendrás que hacer es coger la que tengas más cerca y taparte.
Sella bien las ventanas

Un buen aislamiento de la casa es muy útil para ahorrar en calefacción. Asegúrate de que tanto las puertas como las ventanas cierran bien y están correctamente aisladas. En caso contrario puedes instalar burlete.
Si quieres una alternativa todavía más sencilla y barata, puedes tapar las fisuras que hay en las rendijas de las ventajas usando cinta adhesiva. Notarás el cambio de forma inmediata.
Aleja la cama de la ventana

Si pasas frío por la noche por mucha ropa que pongas en la cama, quizá el problema sea que has ubicado mal el mueble. Prueba a alejarlo de la ventana, arrímala hacia la puerta o pégala a una pared interior.
Seguramente dormirás mucho mejor y el frío dejará de ser un problema durante las noches de invierno.