miércoles, 11 diciembre 2024

2021 termina: hagamos balance

Quedan horas para que el 2021 finalice y, como es tradicional, llega el momento de hacer balance. Y a hacer balance del año se dedicó ayer Pedro Sánchez.

Bueno, matizo, lo que hizo ayer el Presidente del Gobierno del España fue mentir a todos los españoles. Mentir incluso con la puesta en escena de su comparecencia ya que el texto que se proyectaba tras el Presidente, “Cumpliendo. Informe de rendición de cuentas del Gobierno de España” solo puede interpretarse como una burla a todos los ciudadanos.

¿Rinde cuentas un gobierno que incumple sistemáticamente las resoluciones del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno?Sánchez ha incumplido 100 de estas resoluciones frente a las dos que el anterior gobierno dejo sin atender.

¿Rinde cuentas un Presidente que en el primer decreto del Estado de Alarma vetó que el Congreso realizase la labor de control al gobierno? ¿Rinde cuentas un gobierno cuyo grupo parlamentario ha solicitado expulsar de las ruedas de prensa del Congreso a los medios que no consideran afines?

Rotundamente no. Sánchez, que llegó al poder prometiendo regenerar la política española, ha logrado alcanzar el poco democrático honor de dirigir el gobierno más opaco de la democracia española.

Si hablamos de promesas incumplidas pasa lo mismo. Para no extenderme voy cogertres de los muchos eslóganes publicitarios que tanto le gusta repetir al Presidente, y que resumen su “pensamiento mágico”, y los confrontaré con la realidad: “acabar con la pobreza infantil y la energética”, “no dejar a nadie atrás”y estamos construyendo una “recuperación justa y sólida”.

La realidad nos dice que la economía española fue la peor gestionada durante la pandemia, somos líderes mundiales en paro y paro juvenil y quelos Presupuestos Generales del Estado nacen muertos porque las previsiones en las que se basan son falsas. Y no lo digo yo, sino que estás afirmaciones las avalan instituciones y medios tan prestigiosos como The Economist, la OCDE, la UE o el FMI.

Por otro lado, el Ingreso Mínimo Vital solo ha llegado a 300.000 familias,la mitad de lo prometido por el gobierno mientras el número de pobres crecea un ritmo de 3.000 personas al día con el sanchismo.

Además, ha subido los impuestos en plena crisis de tal forma que los españoles tendrán que pagar 4.000 millones más. Y, como mínimo, 11 millones de españoles pagarán un 35% por la luz en 2021 respecto a 2018 aunque Sánchez prometió que todos pagaríamos lo mismo.

Si nos salimos del ámbito económico,la presidencia de Sánchez se ha caracterizado por la limitación de derechos fundamentales, por retorcer la ley para indultar a unos golpistas y permitir, cuando no alentar, el ataque continuo a la Constitución y a las instituciones que nos definen como una democracia y el apartheid independentista hacia niños de 5 años y sus familias.

Además, ha convertido alos herederos de ETA en sus socios preferentes, permitido obscenos homenajes a sanguinarios asesinos, y, lo que es más importante, ha blanqueado a una organización que ha matado a más de 800 compatriotas por el mero hecho de no secundar sus ideas.

La realidad nos muestra que el balance de la presidencia de Sánchez se resume en mentiras, ruina, negligencia, inhibición, indignidad y autoritarismo.

Cualquier dirigente sensato con esta hoja de servicios dimitiría por vergüenza torera pero lo realmente peligroso de Sánchez es que no solo no tiene vergüenza, sino que no tiene conciencia como ya demostró al no recomendar el uso de mascarillas, cuando ahora afirma que “ayudan, y mucho, contra el virus”, y al ocultar el número real de españoles fallecidos por el virus.

(*) Antonio González Terol, vicesecretario general del PP


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