Los accionistas de UniCredit aprueban la remuneración de Andrea Orcel como nuevo consejero delegado

El banquero italiano Andrea Orcel ha recibido un amplio respaldo a su nombramiento como consejero delegado de UniCredit por parte del accionariado presente en la junta celebrada hoy por la entidad, aunque este apoyo se ha reducido sustancialmente al 54% en cuanto a la retribución de hasta 7,5 millones que cobrará como primer ejecutivo del banco.

En concreto, el sueldo fijo de Orcel será de 2,5 millones de euros anuales y podrá recibir el doble de esa cantidad en acciones, elevando su remuneración total a 7,5 millones de euros anuales.

La junta general de accionistas ha respaldado con un 99,06% de los votos presentes la propuesta de fijar en trece el número de miembros del conseo de administración del banco para el periodo entre 2021 y 2023, entre los que la lista de directivos con Pietro Carlo Padoan, que ejercerá la presidencia, y de Andrea Orcel, como consejero delegado, contó con un 76,31% de los votos presentes a favor.

Sin embargo, este apoyo se ha reducido hasta el 54,10% de los votos presentes en el punto referido a la política de remuneración de 2021, con un 42,66% de los votos presentes en contra de la propuesta presentada, que supone elevar hasta un máximo de 7,5 millones de euros la retribución de Orcel, incluyendo 2,5 millones de salario fijo, prácticamente el doble que su predecesor, Jean Pierre Mustier.

Asimismo, la remuneración anual de Orcel en su primer ejercicio al frente de UniCredit podría incrementarse en otros 5 millones de euros a través de bonus no vinculados al desempeño de la entidad.

En este sentido, el ‘proxy advisor’ Glass Lewis había emitido una recomendación dirigida a los accionistas de UniCredit para votar en contra del paquete de remuneración de Andrea Orcel como consejero delegado del banco por no estar ligado a su rendimiento como ejecutivo.

El banquero ha agradecido la confianza depositada en él por el consejero de administración y los accionistas de la entidad, subrayando que UniCredit es un banco de importancia «crítica» y una institución «verdaderamente paneuropea», con sus orígenes firmemente arraigados en Italia.

«Veo en UniCredit la oportunidad de marcar la diferencia. Una oportunidad para hacer las cosas de manera diferente y para crear un plan de cómo puede ser la banca, realizada de la manera correcta, por las razones correctas. Esta es una oportunidad que no pretendo dejar pasar, sino capitalizar por el bien de todos nuestros grupos de interés», ha afirmado.

Orcel, exdirector del banco de inversión de UBS, cuenta con una estrecha relación con UniCredit, ya que tomó parte en el proceso de fusión entre Credito Italiano y UniCredito que en 1998 dio origen al grupo, que le siguió como cliente a UBS cuando en 2012 Orcel cambió Merrill Lynch por la entidad helvética.

Por otro lado, el banquero italiano mantiene una batalla legal contra el Santander, al que reclama 112 millones de euros, después de que el banco español retirase su oferta para convertirle en consejero delegado de la entidad.