Los neumáticos son una de las partes más importantes en la seguridad de un vehículo. Por eso es esencial mantenerlos en perfecto estado y prestarles atención adecuada durante todo el año. Especialmente antes de salir de viaje, como en las vacaciones de verano, cuando las temperaturas pueden superar los 40 grados en algunas zonas de España, algo que puede afectar la calidad de los neumáticos.
EL CALOR DESGASTA LOS NEUMÁTICOS RÁPIDAMENTE

Durante el verano, el asfalto puede alcanzar temperaturas extremadamente altas, a veces superiores a los 70ºC. Como resultado, el roce de los neumáticos con el pavimento puede causar un mayor desgaste en comparación con otras épocas del año. Esto se debe a que las altas temperaturas del asfalto hacen que los neumáticos sufran una mayor abrasión en su superficie.
Esto quiere decir que hay que prestar especial atención a su estado durante el verano y asegurarse de que estén en buen estado antes de salir a la carretera. Pero además, podemos seguir algunos consejos para evitar que se deterioren demasiado rápido y prologar su vida útil, por seguridad y por economía.
COMPROBAR CON FRECUENCIA LA PRESIÓN

Es muy importante comprobar la presión de los neumáticos regularmente para garantizar una conducción segura y eficiente. Hay que hacerlo siempre cuando los neumáticos están fríos, ya que la presión aumenta cuando los neumáticos se calientan después de un rato de conducción.
Además, se debe revisar la presión antes de hacer un viaje largo para asegurarse de que estén inflados correctamente. La presión recomendada varía según el vehículo y otros factores, como el número de pasajeros, la velocidad y el peso del equipaje. Por lo tanto, siempre es recomendable consultar el manual del fabricante para conocer la presión recomendada para cada situación.
RIESGO DE LLEVAR LA PRESIÓN BAJA

Por otro lado, conducir en días de excesivo calor con neumáticos con baja presión puede ser peligroso y aumenta el riesgo de sufrir un reventón por sobrecalentamiento. También puede aumentar el consumo de combustible, reducir la vida útil de los neumáticos hasta un 15% y disminuir la capacidad de frenado del vehículo. Mantener las ruedas con la presión correcta no solo ayuda a prolongar su vida útil, sino que también mejora la eficiencia del combustible y la seguridad en la conducción.
REVISAR LA PROFUNDIDAD DEL DIBUJO

Es fundamental revisar el estado de los neumáticos durante todo el año, pero en épocas de calor es especialmente importante prestar atención a su mantenimiento. Como apuntábamos, durante los meses de calor el asfalto puede alcanzar temperaturas de hasta 70 °C, lo que genera un mayor desgaste.
Por eso es tan importante verificar la profundidad del dibujo (en los turismos no debe ser inferior a 1,6 mm) y asegurarse de que no existan desgastes irregulares.
NEUMÁTICOS DE INVIERNO Y NEUMÁTICOS DE VERANO

Cambiar los neumáticos de invierno por los de verano es importante en la temporada de calor. Los de invierno están diseñados para soportar las bajas temperaturas y evitar resbalones en la carretera, pero no son adecuados para temperaturas superiores a los 7 grados. Usarlos en verano puede acelerar su desgaste y disminuir su rendimiento, aumentando los riesgos de accidentes.
Por eso, es recomendable cambiarlos por unos de verano cuando llegue el calor para obtener un mejor rendimiento y seguridad en la conducción. Los neumáticos de verano están diseñados con una goma más dura y resistente al desgaste que los neumáticos de invierno, lo que les permite soportar temperaturas más elevadas sin sufrir un desgaste excesivo. Además, la banda de rodadura de los neumáticos de verano está diseñada para proporcionar un mayor agarre y una mejor respuesta en condiciones secas y calurosas, lo que mejora la eficiencia del combustible y la seguridad en la conducción.
CUIDADO CON EL PARALELO

Es importante asegurarse de que el paralelo de las ruedas sea el adecuado, ya que circular con un paralelo inadecuado puede acelerar su desgaste sin que nos demos apenas cuenta. Algunas de las consecuencias de un paralelo inadecuado son un desgaste irregular y mayor de los neumáticos, una menor eficacia en las frenadas, más ruido de rodadura y un aumento de las vibraciones en la conducción. Por lo tanto, es fundamental realizar un correcto alineamiento de los neumáticos para garantizar una conducción segura y confortable.
CONDUCIR CON SUAVIDAD

El asfalto puede ser una verdadera prueba de resistencia para los neumáticos, especialmente durante los meses de verano. Las altas temperaturas que alcanza el suelo son destructivas incluso para los materiales más resistentes, así que, si podemos evitar conducir en los momentos más calurosos, estaremos haciéndole un favor a las ruedas del coche y retrasando un poco su desgaste natural.
Además, también es aconsejable conducir de manera suave, sin maniobras bruscas, ya que esto puede tener un impacto negativo en el estado de los neumáticos. Conducir con suavidad y cuidado puede ayudar a mantenerlos en mejor estado durante más tiempo y prolongar su vida útil.
RUEDA DE REPUESTO AL DÍA

La rueda de repuesto es una pieza fundamental de la que no debemos olvidarnos. En caso de que alguno de los neumáticos sufra un pinchazo, la rueda de repuesto puede ser la solución para continuar el trayecto sin contratiempos. Por eso es importante revisar periódicamente su estado y comprobar la presión de aire, aunque no se utilice con frecuencia, ya que el paso del tiempo suele hacer que vaya perdiendo presión poco. Mantenerla en buen estado puede ahorrar tiempo y dinero en caso de emergencia.