Es común que muchas localidades españolas compartan límites con países vecinos. Ya sea al norte, limitando con Francia, o al oeste, con Portugal, estos pueblos han vivido en un ambiente internacional que ha dejado una huella profunda en su historia y cultura. Esta convivencia fronteriza les ha brindado peculiaridades interesantes, permitiéndoles fusionar sus costumbres con las de las regiones del otro lado, creando así un tejido cultural único y fascinante. A continuación te dejamos un listado de algunos de los pueblos más bonitos ubicados justo en la frontera.
ALBURQUERQUE, EN BADAJOZ

Aunque los monumentos más icónicos de Alburquerque, como el impresionante castillo de Luna, la fascinante muralla del barrio gótico-judío y las encantadoras puertas de la villa y de Valencia, nos transportan a la época medieval, la historia de este lugar se remonta aún más atrás, antes incluso del dominio árabe. Cada rincón de esta localidad está impregnado de historia y cultura.
Y hablando de cultura, las festividades aquí son todo un espectáculo. El Festival Medieval Villa de Alburquerque es una experiencia única que transporta a los visitantes a la Edad Media, con actividades, representaciones y una atmósfera que no se olvida fácilmente. No es de extrañar que este festival sea reconocido como de interés turístico en Extremadura, atrayendo a personas de todo el mundo que buscan sumergirse en la historia y la tradición de esta encantadora villa.
ALCÁNTARA, EN CÁCERES

Ubicado en pleno corazón del Parque Natural Tajo Internacional, Alcántara en Cáceres es uno de los pueblos que destacan por su impresionante puente romano, que otorga significado a su nombre y fue designado Monumento Nacional en 1924. Construido en el siglo II d.C., este puente se encuentra notablemente bien conservado, facilitando la conexión con el país vecino.
Además de su patrimonio histórico, Alcántara ofrece cada verano un Festival de Teatro Clásico, al estilo del reconocido festival de Mérida, aunque con un tamaño más modesto. Es una joya cultural que atrae a visitantes ávidos de sumergirse en la historia y el arte de Extremadura y uno de los pueblos fronterizos más espectaculares par avisitar.
CECLAVÍN, EN CÁCERES

En los extensos campos de Ceclavín se encuentran los fascinantes Bujíos astronómicos, desde donde se puede contemplar el magnífico cielo extremeño y disfrutar de una noche bajo la impresionante cúpula estrellada. En este encantador pueblo, tan cercano a Portugal, los habitantes son grandes defensores del idioma extremeño, siendo un aspecto importante de su identidad.
De hecho, en 2021 se celebró el primer festival literario en honor a esta lengua. Además, hay quienes aseguran haber avistado ovnis en la zona, añadiendo un toque de misterio a este pintoresco rincón extremeño.
FERMOSELLE, EN ZAMORA

Fermoselle, en Zamora, ha sido fuente de inspiración para varios autores, entre ellos Miguel de Unamuno. Situado en el corazón de los impresionantes Arribes del Duero, este pueblo ofrece vistas espectaculares desde sus estrechas calles empedradas.
Desde el ayuntamiento lo describen como «un lugar mágico que no se parece a nada que hayas visto antes», y con razón. Cada rincón de Fermoselle tiene su encanto único que deja una huella imborrable en quienes lo visitan.
SAGALLOS, EN ZAMORA

Sagallos, un encantador pueblo ubicado en Manzanal de Arriba, en la hermosa comarca de La Carballeda en Zamora. Se encuentra en un lugar privilegiado, en las estribaciones de la Sierra de la Culebra, hogar de una de las mayores poblaciones de lobos de Europa Occidental, así como de una diversidad de especies que incluyen al jabalí y al ciervo.
Además, cuenta con un centro de interpretación de la miel, que seguramente ofrece una experiencia única para los visitantes interesados en la apicultura y los productos locales.
BALTAR, EN OURENSE

Baltar, en Ourense, es una localidad con un valioso conjunto de patrimonios histórico-artísticos. Entre ellos destacan la iglesia de San Bartolomé de Baltar y la iglesia de San Paio de Abades, ambas del siglo XVIII, así como la iglesia de Santiago de Garabelos del siglo XVII. Además, se pueden admirar el Cruceiro de A Boullosa y el Peto de Ánimas de San Martiño.
Rodeado por dos afluentes del río Limia, el entorno natural de Baltar es simplemente espectacular, atrayendo a los amantes de la naturaleza y los aficionados al turismo rural.
CRECENTE, EN PONTEVEDRA

Crecente, en Pontevedra, emerge como un lugar sacado de un cuento, con sus tierras fértiles bañadas por las aguas del río Miño. Su historia es rica y palpable, desde la antigua vía romana hasta el camino real, pasando por el imponente Castillo y la Torre de Fornelos, así como la venerable Iglesia de San Pedro y la encantadora Capilla de la Virgen del Camino.
El río Miño no solo enmarca este pintoresco municipio, sino que también le otorga vida, influyendo en su hermosura natural, su deliciosa gastronomía y sus apreciados vinos, así como en el estilo de vida de sus habitantes. Crecente es un tesoro gallego que cautiva a todos los que tienen el privilegio de visitarlo.
A GUARDA, EN PONTEVEDRA, ENTRE LOS PUEBLOS COSTEROS MÁS BELLOS DE GALICIA

A Guarda, situada en el Bajo Miño, se distingue por su peculiaridad de tener una doble frontera acuática: el río Miño y el océano Atlántico. El monte Trega se alza majestuoso entre el Atlántico y el Miño, ofreciendo una de las vistas más impresionantes de las Rías Baixas. Sus casas de colores vivos no pasan desapercibidas, indicando que se trata de un pueblo pesquero muy especial, con vistas panorámicas hacia Portugal, el mar, las montañas y el río.
A Guarda es un destino que combina la belleza natural con la autenticidad de su vida marinera, cautivando a todos aquellos que tienen el placer de visitarlo.
BERA, EN NAVARRA

Bera, un encantador pueblo en Navarra, se extiende de manera dispersa alrededor de puntos centrales como la histórica iglesia de San Esteban, que en su origen fue una casa-torre de estilo gótico, aportando un toque de historia y arquitectura singular al paisaje. No muy lejos se encuentra el pintoresco barrio de Alzate, famoso por sus casas que reflejan la arquitectura típica navarra, con detalles y características que le confieren un encanto especial.
Entre los edificios emblemáticos de Bera se destaca la Casa Consistorial, de estilo barroco, cuya fachada está adornada con un mural policromado de motivos alegóricos. Este detalle artístico le otorga a la Casa Consistorial un aire distintivo y atractivo, convirtiéndola en un punto de referencia visual dentro del pueblo. Es esta combinación de elementos históricos, arquitectura regional y detalles artísticos lo que hace que Bera sea un lugar encantador para explorar y descubrir.
SIRESA, EN HUESCA

Siresa, en el corazón del Pirineo aragonés, es hogar de uno de los monumentos más destacados de la provincia: el monasterio románico de San Pedro de Siresa. Para sumergirse en la belleza de este pueblo y su entorno natural, se puede seguir la ruta que atraviesa el espectacular barranco Espetal.
Además, muy cerca se encuentra la impresionante Selva de Oza, conocida por lugares como la Boca del Infierno, Guarrinza y Aguas Tuertas, donde la naturaleza deslumbra con su esplendor. Siresa ofrece una experiencia única para aquellos que buscan explorar la majestuosidad de los Pirineos aragoneses.
VILAMÒS, EN LLEIDA

Vilamòs, situado en el Vall d’Aran, se encuentra abrazado por la majestuosidad de los Pirineos, a más de 1.200 metros de altitud en la ladera de la montaña de Uishèra. Aunque considerado el primer pueblo del valle, su núcleo original fue destruido por un aguacero. Desde esta privilegiada ubicación, se puede contemplar la imponente silueta del pico Aneto, la montaña más alta de los Pirineos.
Además, en sus alrededores se encuentran el Montlude, los bosques de Sacauva y Peguèra e Sodeveda, así como los impresionantes estanques Long y Redon. Vilamòs es un lugar que cautiva con su belleza natural y su fascinante historia en el corazón de los Pirineos.
QUERALBS, EN GIRONA

Queralbs es un pueblo de gran tradición y legado histórico, con registros que datan desde el año 839. A lo largo de los siglos, ha sido un lugar de pastores, donde los rebaños pastaban y se desplazaban por la zona en busca de pastos frescos. Además de esta tradición pastoril, Queralbs tiene una rica historia minera y de fraguas catalanas, que han dejado una marca importante en la vida y la economía local.
Pero la historia de Queralbs no se detiene ahí. El pueblo es una etapa crucial en la peregrinación al santuario de la Virgen de Nuria, uno de los destinos más queridos y emblemáticos de los Pirineos. Este vínculo con la peregrinación agrega una dimensión espiritual y cultural única a Queralbs, atrayendo a peregrinos y turistas por igual para explorar tanto su legado histórico como la belleza natural de las montañas que lo rodean en la provincia de Girona.



























































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