Hacienda ve más grave la huida de los youtubers que la de artistas

Los youtubers se han mudado a Andorra porque allí la fiscalidad es más laxa, es decir, que pagan menos por lo que ganan. Pero hay una notable diferencia entre ellos y los artistas que también lo hicieron en el pasado y es la repercusión.

“Tienen millones de seguidores” y eso supone que una parte muy amplia de la población “sobre todo jóvenes” que no tienen una conciencia social sobre la importancia de los impuestos puede pensar que es lo correcto, algo que “hace mucho daño a esa pedagogía fiscal tan necesaria en España para elevar el nivel de conciencia fiscal”, apunta Carlos Cruzado, presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) en una entrevista con MERCA2.

Cruzado incide en que los deportistas o cantantes que se mudaron a Andorra en el pasado lo hicieron de manera más discreta, mientras que los youtubers le dan bastante publicidad. En este sentido, recuerda que con los impuestos de los españoles se pagan los gastos de la Seguridad Social o las carreteras, de las que disfrutan todos los españoles e incluso los ERTE que están cobrando ahora miles de trabajadores con motivos de la pandemia. Y asegura que alguno de ellos será amigo o conocido de estas personas.

“En definitiva, todas estas prestaciones del estado del bienestar vienen de los impuestos y si no hay un sistema tributario que de apoyo a ese gasto público sería insostenible para el Gobierno”.

LOS YOUTUBERS “LO TIENEN FÁCIL”

El presidente de Gestha destaca que los youtubers “tienen fácil su traslado” pues no necesitan transferir activos de inmovilizados. “Se van con sus portátiles, su cámara y su conexión, lo hacen sin necesidad de mucho lío”.

Pero apunta a que deben cumplir el requisito de estar más de la mitad de año en Andorra, porque precisamente esto es lo que la Agencia Tributaria viene controlando en los últimos años en relación con personas de grandes rendimientos: que ese traslado fuera de España sea efectivo. En principio este es el requisito fundamental, pero también se controlan otros como que tengan la dirección efectiva de los negocios en el país al que se han mudado.

“El traslado consiste en que no estén en España más de la mitad del año. Otro asunto son los trámites para obtener el permiso de residencia o trabajo en un país como Andorra donde es fácil para las personas que tienen grandes rendimientos, pero no cualquiera puede establecerse allí”.

En el caso de residir más de la mitad del año en España estarían obligados a presentar sus declaraciones aquí, matiza. Pero es la Agencia Tributaria la que tiene que acreditar y probar que efectivamente no se ha producido el traslado si pretende imputar una infracción tributaria o incluso un delito fiscal (si se trata de cuantías importantes). Algo que ya ha ocurrido. Carlos Cruzado rememora los casos de Arantxa Sánchez Vicario o Montserrat Caballé, donde la Agencia Tributaria probó que efectivamente la residencia efectiva la tenían en España.

UNA FISCALIDAD “MUY BAJA”

Cruzado comenta que los youtubers o artistas que se han ido a Andorra se excusan en que en España hay una fiscalidad alta, pero lo cierto es que se van a Andorra donde es “muy baja” y no se van a Alemania, Italia, Francia o cualquier otro país de la Unión Europea donde los tipos en el impuesto sobre la renta están en términos similares o incluso en tipos mayores para los grandes rendimientos.

“También justifican que tienen una vida corta y esto puede ser cierto, pero tienen grandes fortunas, rendimientos millonarios y por muy corta que sea su vida multiplica por 100 la de cualquier trabajador con ingresos medios”.

La Agencia Tributaria ha intentado puntualmente rebajar las cotizaciones para evitar la huida a otros países de personas con vida profesional corta, un caso claro fue la Ley Beckham, que atraía a deportistas que durante un tiempo pagaron como no residentes.

REGULARIZAR A TIEMPO

Muchas personas, el Rey emérito incluido, han regularizado su situación con Hacienda de manera voluntaria. Una práctica más habitual de la que se puede imaginar pues el presidente de Gestha dice que cada año entre 500 y 700 millones de euros corresponden a regularizaciones que “en algunos casos obedece a olvidos y otros a intentos de evitar una persecución por parte de Hacienda”, apunta.

Los asesores fiscales de estas personas conocen las posibilidades de nuestro sistema impositivo y la facilidad de regularizar la situación antes de que a Hacienda le dé por investigar. “Se utilizan bastante”, aunque no en grandes cantidades como el caso de Don Juan Carlos.

Finalmente, en el caso de los autónomos y la polémica que hay actualmente sobre si deberían poder deducirse o no los suministros del hogar en los casos de teletrabajo, recuerda que la Dirección General de Tributos se ha pronunciado y ha determinado que de acuerdo con la ley -para desgravarse esos servicios- la actividad tendría que estar afecta a la actividad en esa vivienda.

Pero cree que “dadas las circunstancias” con la pandemia y el cierre al que se han visto abocados miles de autónomos, muchos están teletrabajando y se podría arbitrar una solución como se ha hecho desde el punto de vista legal, para desgravarse una parte correspondiente. “Es una cuestión de voluntad política y seria el Gobierno el que tiene que plantear la posibilidad”, concluye.