lunes, 17 noviembre 2025

La falta de formación lastra el uso efectivo de la IA en ciberseguridad

La aceleración de las amenazas digitales ha situado a la ciberseguridad en el centro de las decisiones estratégicas de miles de organizaciones. La adopción de herramientas avanzadas basadas en modelos de inteligencia artificial ha crecido de forma notable, impulsada por la necesidad de responder a ataques cada vez más complejos.

Sin embargo, esta evolución se está encontrando con un obstáculo inesperado: la falta de conocimientos especializados que permitan aprovechar plenamente estas tecnologías.

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El análisis de distintos informes internacionales como el de FORTINET confirma que la IA se está convirtiendo en un elemento imprescindible para gestionar grandes volúmenes de alertas, automatizar tareas críticas y detectar comportamientos anómalos en tiempo real.

Aun así, la ausencia de formación técnica en los equipos de seguridad está generando un efecto contrario al buscado, ya que la adopción de soluciones avanzadas sin habilidades suficientes puede aumentar el riesgo y crear una falsa sensación de protección.

Un déficit que impacta directamente en la protección empresarial

Los datos más recientes señalan que la escasez global de profesionales cualificados supera los millones de vacantes. Esta realidad provoca que muchas organizaciones operen con equipos reducidos, sobrecargados y obligados a asumir responsabilidades sin disponer de la capacitación necesaria. La consecuencia directa es un incremento en las brechas de seguridad, ya que errores aparentemente menores pueden desembocar en incidentes de gran impacto.

El aumento del volumen de ataques confirma este escenario. Una gran mayoría de compañías reconoce haber sufrido al menos un incidente relevante durante el último año, y un porcentaje creciente afirma haberse enfrentado a múltiples intrusiones.

La tendencia al alza muestra que los adversarios aprovechan la falta de preparación interna, utilizando técnicas más sofisticadas que combinan automatización, ingeniería social y herramientas de IA ofensiva.

La falta de conocimientos específicos en los equipos se ha convertido así en uno de los factores que más contribuyen al éxito de estos ataques.

IA como apoyo, pero también como desafío en ciberseguridad

Muchas organizaciones están adoptando tecnologías basadas en IA para aliviar la presión operativa. Las capacidades de análisis automatizado permiten filtrar grandes cantidades de información, reducir tiempos de respuesta y disminuir la carga de tareas repetitivas.

Sin embargo, el despliegue de estas herramientas exige comprender sus limitaciones, interpretar sus resultados y evitar que funcionen como cajas negras cuyos errores pasen inadvertidos en ciberseguridad.

El informe de este año subraya aún más la urgente necesidad de invertir en talento en ciberseguridad
El informe de este año subraya aún más la urgente necesidad de invertir en talento en ciberseguridad.

La mayoría de responsables de seguridad valora positivamente la incorporación de soluciones inteligentes, pero reconoce que sus equipos no cuentan con la preparación necesaria para utilizarlas de forma óptima.

Una parte considerable de las empresas que han sufrido ataques en ciberseguridad múltiples utilizaban herramientas de IA, lo que evidencia que la adopción sin formación no garantiza protección. El conocimiento sigue siendo la base para que estas tecnologías se integren de manera segura y eficaz.

La visión desde los órganos directivos

La percepción de la ciberseguridad en los consejos de administración ha cambiado de forma significativa. Hoy casi todas las organizaciones la consideran una prioridad empresarial y financiera, especialmente por el impacto económico que suponen los incidentes. Aun así, muchos directivos admiten que no comprenden del todo los riesgos asociados al uso de la inteligencia artificial en el ámbito defensivo.

Esta brecha de comprensión condiciona la toma de decisiones estratégicas en materia de ciberseguridad, ya que dificulta definir presupuestos adecuados o impulsar políticas de formación interna. El riesgo se multiplica cuando la organización incorpora tecnologías avanzadas sin que los responsables de supervisar su uso entiendan completamente sus implicaciones.

Necesidad urgente de capacitación especializada

Las certificaciones profesionales continúan siendo un indicador fundamental para valorar la capacitación técnica. Las empresas buscan perfiles con acreditaciones reconocidas que demuestren la capacidad de mantenerse al día en un entorno tan cambiante. Sin embargo, el apoyo económico para que los empleados obtengan dichas certificaciones ha disminuido en algunos casos, lo que amplía aún más la brecha entre la demanda y la disponibilidad de expertos.

La formación en ciberseguridad se ha convertido en un pilar imprescindible para la resiliencia digital. Las organizaciones necesitan invertir en programas que aborden desde conceptos fundamentales hasta el uso avanzado de herramientas de análisis automatizado. La educación continua es esencial para retener talento, reducir errores humanos y garantizar que las capacidades de la IA se utilicen de forma efectiva y segura.

Formación, talento y tecnología: un equilibrio necesario

La combinación de amenazas crecientes, falta de especialistas y adopción acelerada de tecnologías basadas en IA crea un entorno complejo que requiere respuestas amplias en ciberseguridad. La capacitación en materia de ciberseguridad debe convertirse en una prioridad para reducir vulnerabilidades, optimizar la eficacia de los equipos y sacar el máximo partido a las soluciones inteligentes.

Sin profesionales formados en ciberseguridad, la IA no puede cumplir su papel y la protección digital se convierte en un objetivo difícil de alcanzar.

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