Al hablar de feminismo en la sociedad no puede dejar de mencionarse a Simone de Beauvoir. Su influencia marcó un hito en la forma en la que entendemos la condición de ser mujer y también fue una frontera para reflexionar sobre otro de los grandes tabúes sociales: el de la vejez. En un capítulo del pódcast «Rompiendo con el edadismo: Simone de Beauvoir con Cristina Sánchez Muñoz» (publicado en el canal de YouTube de HelpAge International España), la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, explica con claridad la vigencia de las ideas de Beauvoir. La conversación nos invita a mirar la vejez, no como una posición final, sino como un mero constructo cultural que podemos cambiar.
2FINES, PROYECTOS E INTERGENERACIONALIDAD

Uno de los rastreos más inspiradores del episodio es cómo enlaza el pensar de Beauvoir con estrategias prácticas para desactivar hoy el edadismo en la sociedad. Mantener fines y proyectos, también en etapas muy avanzadas de la vida, es un modo de resistir ante la invisibilización.
Sin ninguna duda, no se trata de idealizar el envejecimiento, sino, más bien, de reivindicarlo como un momento pleno de posibilidades, siempre que el sistema social esté dispuesto a aceptarlas. El valor de la existencia no se mide por su productividad económica, sino por su capacidad de seguir soñando y de construir sentido.
Aquí aparece otro concepto clave: la intergeneracionalidad. En contraposición a la fragmentación y el aislamiento que acompañan a menudo la vejez, se propone el encuentro entre generaciones -y no solo la separación- como un modo de desmontar prejuicios. El contacto entre jóvenes y mayores no solo enriquece a ambos sino que erosiona muros que sostienen el edadismo.