2025 este siendo un año de aceleración en el sector inmobiliario de Zaragoza, marcado por el incremento de las ventas de suelos municipales, especialmente orientados a la construcción de viviendas de lujo.
Si bien esta estrategia está generando ingresos importantes para las arcas municipales, también ha abierto un debate social sobre las prioridades del Ayuntamiento y el acceso a vivienda protegida en una ciudad que, a pesar de no haber alcanzado las cifras previas al estallido de la burbuja de 2008, sufre una subida de precios interanual del 11,8% hasta julio.
GIRO HACIA EL LUJO
El Ayuntamiento de Zaragoza, bajo el liderazgo del Partido Popular de Natalia Chueca, ha puesto en marcha un ambicioso plan de venta de terrenos municipales. Desde principios de año, ha licitado suelos por valor superior a los 26 millones de euros, con expectativas de alcanzar los 76 millones si se concretan todas las operaciones previstas. Entre ellas, destacan proyectos como los suelos de Vía Hispanidad, cuyo valor estimado es de 50 millones de euros.

Explica Heraldo de Aragón que esta política ha multiplicado por 12 los ingresos del consistorio en comparación con el mandato anterior, cuando bajo la alcaldía de Jorge Azcón, apenas se llevó a cabo una operación destacada, la de los depósitos Pignatelli.
Este acelerón en la venta de terrenos está ligado a la construcción de viviendas de todo tipo, desde exclusivos chalés en barrios como Montecanal, hasta bloques de pisos en zonas de expansión, lo que está comenzando a modificar el perfil urbano de la ciudad.
En Montecanal, se prevé la construcción de 142 nuevas viviendas, y en el extremo este de la ciudad, en zonas como La Fuente de la Junquera, se proyecta una urbanización de 500 viviendas, con un importante porcentaje destinado a vivienda protegida.
PROS DEL MODELO
Para el gobierno municipal, la venta de estos terrenos responde a una necesidad de financiación. Los ingresos obtenidos se destinan, en parte, a la realización de infraestructuras urbanísticas en otros sectores de la ciudad.
El proyecto de Montecanal, por ejemplo, incluye no solo viviendas, sino también equipamientos sociales, zonas verdes y un espacio comercial, lo que se presenta como un desarrollo integral que enriquecería el entorno.
Además, el auge de las viviendas unifamiliares y chalés está siendo impulsado por una demanda creciente de aquellos que buscan escapar del ruido del centro urbano y, al mismo tiempo, vivir cerca de la ciudad.
En este sentido, los proyectos más recientes, como los desarrollos en Vía Hispanidad, ofrecen propiedades de lujo que incluyen chalés con precios de hasta 990.000 euros, un valor considerablemente elevado para muchos ciudadanos zaragozanos.
FALTAN VPO
Sin embargo, estas promociones de lujo están dejando en segundo plano la construcción de Viviendas de Protección Oficial (VPO), una carencia que ha sido criticada por colectivos vecinales y partidos de la oposición.
En el caso de la recalificación de terrenos de Montecanal, si bien se han destinado 42 viviendas protegidas, el balance de 100 chalés libres frente a un número limitado de VPO pone de manifiesto una tendencia creciente de priorizar el mercado inmobiliario privado frente a las necesidades sociales.
Este desequilibrio es aún más patente cuando se observa el proyecto de los terrenos de Alumalsa, en el barrio de San José. En este caso, el Ayuntamiento ha optado por licitar dos parcelas para la construcción de viviendas libres de lujo, incluyendo una torre de 15 plantas en una ubicación estratégica.
Esta operación ha provocado un fuerte rechazo entre los vecinos, quienes llevan años pidiendo que estos terrenos se destinen a fines públicos, como la construcción de una guardería municipal o más viviendas protegidas.
El planteamiento de los vecinos y los partidos como el PSOE y Zaragoza en Común es que este tipo de operaciones, que generan grandes beneficios para promotoras privadas, contribuyen a la especulación inmobiliaria y hacen más difícil el acceso a una vivienda asequible en barrios como San José, que lleva años padeciendo una falta de equipamientos y servicios.
El vicepresidente de la Asociación Vecinal San José, Ignacio Serrano, denuncia que el proyecto solo beneficia a los intereses privados a expensas del bienestar de la ciudad.
CONTROVERSIA
Este debate sobre el modelo urbanístico de Zaragoza ocurre en un contexto económico delicado. La subida de precios en el mercado inmobiliario, que ha alcanzado un 11,8% interanual hasta julio de 2025, agrava la situación de muchas familias que luchan por acceder a una vivienda digna.
Mientras que los ingresos por las ventas de terrenos municipales y las operaciones urbanísticas de lujo aumentan, la ciudad sigue enfrentando la escasez de viviendas accesibles y la incertidumbre sobre cómo equilibrar la oferta para todos los ciudadanos.
El gobierno municipal defiende que estas operaciones están alineadas con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y que los recursos obtenidos permitirán financiar proyectos en otros distritos.
Sin embargo, el debate sigue abierto. Las críticas de los opositores señalan que el modelo actual favorece la especulación y no tiene en cuenta la creciente demanda de vivienda pública, algo que, aseguran, debería ser una prioridad para el Ayuntamiento. Lo cierto es que Zaragoza se encuentra en una encrucijada urbanística.
Por un lado, los desarrollos de lujo están atrayendo inversiones y modernizando ciertas zonas de la ciudad, pero por otro, están dejando atrás las necesidades de vivienda social en un momento en que la accesibilidad a la vivienda es más difícil que nunca. Las críticas a la gestión municipal no solo apuntan a la falta de VPO, sino también a la rapidez con la que se están tomando decisiones sin contar con la participación ciudadana.