Florentino Pérez está viviendo uno de los veranos más dulces de su ya extensa carrera como empresario. El Grupo ACS, su buque insignia, ha firmado en julio uno de los contratos más ambiciosos de su historia: la construcción de un macrocentro de datos en Pensilvania, especializado en inteligencia artificial, por más de 6.000 millones de dólares.
Esta obra se ejecutará a través de su robusta filial estadounidense Turner Construction, lo cual consolidará al grupo español como un actor global en el pujante y burbujeante sector de las infraestructuras tecnológicas.
A esta alegría se suma un semestre excelente en lo financiero: ACS ha ganado 450 millones de euros, un 8,1% más que el año anterior, y tiene la acción en su techo histórico tras cerrar ayer por encima de los 64 euros.
También Hochtief, su filial alemana, ha cerrado con fuerza el primer semestre del año al elevar un 18% su beneficio neto, hasta los 355 millones. Todo esto ocurre un año después de que CriteriaCaixa, de la mano del amigo y aliado Isidre Fainé, irrumpiera con fuerza en el capital del grupo con casi el 10%.
Sobre el papel, Florentino solo puede poner una vela a que Xabi Alonso dé con la tecla al frente del Real Madrid, ya que ACS bate récord y su patrimonio personal, que gestiona a través de su holding Rosan Inversiones, sigue creciendo tras alcanzar los 724 millones en reservas. Lo hizo tras destinar los 70,97 millones en dividendos de ACS de 2024.
Según Forbes, su fortuna ronda ya los 3.400 millones de euros.
ALA MADRID
Uno de los grandes movimientos estratégicos de Florentino en el último cuarto de siglo ha sido transformar al Real Madrid en algo más que un club deportivo: en una palanca urbanística. En 2001 fue la recalificación de la Ciudad Deportiva la que cambió el paso y para el futuro la historia se repetirá en Valdebebas, donde el club ha presentado el futuro parque tecnológico Madrid Innovation District que se erigirá sobre sus terrenos.
Presentado como un polo tecnológico puntero, este proyecto ha sido calificado por Más Madrid como un «auténtico pelotazo». Y es que la recalificación del suelo deportivo a uso terciario podría generar al club hasta 8.500 millones de euros en beneficios.
La operación ha contado con el apoyo explícito del PP en la Comunidad y el Ayuntamiento, y con el silencio cómplice de no pocos cuadros del PSOE, que prefieren no enfrentarse al poderoso presidente del club blanco.
Es difícil pensar que una recalificación de este calibre, con semejantes cifras, haya avanzado sin el viento a favor del poder político. Y a ello contribuyen sus buenas relaciones Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, con los que según El Confidencial se ve con frecuencia.
Con este gran negocio Pérez podrá suplir los aminorados ingresos que va a generar en las arcas blancas el reformado Santiago Bernabéu después de que una rebelión vecinal haya obligado a replantear el trepidante calendario de conciertos que estaban previstos en el centro del Madrid DF.
DE FERRERAS A PUENTE
Como cada verano, Florentino comparte mesa, sobremesa y enredos en El Puerto de Santa María con su eterno escudero mediático, el todopoderoso Antonio García Ferreras, y también se verá con líderes de ambos lados del tablero político.
No es casual que ahora, en el palco del Bernabéu, se vea con frecuencia a Óscar Puente, ministro de Transportes, polémica estrella tuitera del Gobierno y ahora cegado por la fama madrileña.

Puente ya forma parte de la transversal, sólida e inquebrantable red de relaciones de Pérez: del PSOE al PP, pasando por el extinto Ciudadanos, algunos concejales del también extinto y carmenista Ahora Madrid, la CiU de Jordi Pujol, que tanto le marcó en sus inicios (léase ‘Florentino Pérez, el poder del palco’ de Fonsi Loaiza) y prebostes de los dos principales sindicatos del Estado.
SUCESIONES EN EL AIRE
A sus 78 años, y con una salud aparentemente férrea pero algo más delgado de lo que es habitual, Florentino no suelta el control. Ni en ACS ni en el Real Madrid hay planes reales de sucesión. Pero en el grupo constructor todos los ojos apuntan al CEO Juan Santamaría, que relevó como favorito a Mariano Fernández-Verdes dentro de ACS tras las sangrantes pérdidas que sufrió el grupo en Oriente Medio a través de la compañía australiana Cimic.
Mientras tanto, emerge en la sombra el nombre del banquero franco-argelino Anas Laghrari, discreto, joven, vinculado al mundo financiero, y con influencia creciente tanto en ACS como en el club blanco.
EL REAL MADRID CARGA LAS PILAS
La temporada pasada fue decepcionante para el madridismo. El equipo no ganó ninguno de los grandes títulos, pero la debacle del Barça en el campo del Inter en las semifinales de la Champions League atemperó los ánimos. Carlo Ancelotti se fue, llegó Xabi Alonso con dudas, y el Mundialito ha expuesto las costuras del nuevo proyecto.
Mientras tanto, el club sigue a la gresca con LaLiga, amplificando desde su canal oficial todo tipo de supuestos agravios arbitrales. En paralelo, la Superliga, el proyecto estrella de Florentino, se tambalea. Perdió fuerza y aliados.
El sueño de dominar el fútbol europeo, y emular así a su idolatrado Santiago Bernabéu, podría unirse a su lista de fracasos en la que destaca su descarrillada carrera política que, sin embargo, le ayudó a tejer una influyente social que tanto le ayudó en los inicios de su carrera empresarial.