Anabel Pantoja ha vuelto a colocarse en el foco mediático tras conocerse que ha decidido separarse de David Rodríguez. La noticia llega en un momento especialmente delicado para la influencer, después de varios meses marcados por la incertidumbre y la preocupación por la salud de su hija. La pequeña, que tiene apenas siete meses, se ha quedado al cuidado de Anabel en Sevilla, donde la colaboradora trata de recuperar la estabilidad perdida.
1La situación se ha complicada

Después de un periodo convulso que incluyó la hospitalización de la niña y una investigación abierta por presunto maltrato infantil, la pareja ha optado por tomar caminos separados. Aunque ninguno de los dos ha hecho declaraciones públicas sobre la ruptura, sus últimos movimientos apuntan claramente a una nueva etapa personal. La decisión de Anabel de instalarse temporalmente en Sevilla, lejos de David, ha confirmado lo que ya era un secreto a voces. Dicen que tras la tormenta llega la calma, y Anabel parece haber comenzado a encontrarla en su ciudad natal. Alejada del ruido mediático y rodeada del cariño de los suyos, ha regresado a Sevilla junto a su hija, sin rastro de su pareja. Las imágenes captadas a su llegada al aeropuerto muestran a una madre tranquila, centrada en su papel, y acompañada por su inseparable Merchi.
Merchi, su madre, la esperaba ansiosa en el aeropuerto, deseando volver a ejercer de abuela. «Ejercer de abuela es lo más bonito que me ha pasado en la vida», había confesado días antes, reflejando la ilusión con la que vive esta nueva etapa. Su presencia ha sido un apoyo fundamental para Anabel, que no ha querido estar sola en estos momentos tan delicados.
La influencer ha vuelto a encontrar en Sevilla un refugio emocional, una vuelta a sus raíces que le aporta seguridad y alegría. Como cada vez que visita la ciudad, se ha instalado en la casa de su madre, reencontrándose con los recuerdos de su infancia. El calor del sur no ha sido un impedimento para que madre e hija disfruten de unos días de desconexión. En las últimas semanas, Anabel ha demostrado estar más activa que nunca, volcada en múltiples planes y eventos sociales. Ha pasado por Las Palmas, Córdoba, Madrid y ahora Sevilla, convirtiendo cada destino en una nueva oportunidad para recuperar la sonrisa. El Rocío, la boda de su amiga Susana Molina y ahora el Orgullo de Sevilla se han sumado a su agenda, mostrando una imagen renovada y más vital.
Acostumbrada ya a los desplazamientos, ha incorporado el avión a su rutina con total naturalidad. Viajar con una niña pequeña no parece suponerle ningún problema, y se la ha visto desenvolverse con soltura y serenidad. Empujando el carrito del bebé y vestida de forma cómoda, abandonaba el aeropuerto con determinación, sabiendo que su lugar ahora está junto a su hija.