La emisión del debate final de Supervivientes 2025, conducido por Sandra Barneda, ha generado una oleada de reacciones en redes sociales y en los medios por la enorme tensión vivida entre Anita Williams y Montoya, dos de los finalistas más populares de la edición. Aunque en un principio la atención parecía centrarse en las polémicas que rodeaban a Borja González y Álvaro Escassi, pronto quedó claro que el foco emocional de la noche recaería sobre los exparticipantes de La isla de las tentaciones, cuya historia personal acaparó la mayor parte del protagonismo. Lo que debía ser una noche de celebración y reencuentros terminó convirtiéndose en un campo de batalla emocional, especialmente después de que Alexia Rivas afirmara que Anita y Montoya ni siquiera se hablaban desde que salieron de Honduras y que la familia de él no había tenido un trato cordial con la catalana, pese a lo que los padres de Montoya aseguraron en plató.
2Los problemas de Anita y Montoya

La polémica sigue muy viva y ha dejado a los seguidores del reality profundamente preocupados por el estado emocional de ambos. La crudeza del enfrentamiento ha provocado que muchos se cuestionen los límites de este tipo de formatos y la exposición a la que se someten los concursantes, especialmente cuando se trata de relaciones personales que aún no han sanado. Por ahora, ni Montoya ni su familia han respondido oficialmente al comunicado de Anita, pero la tensión entre ambos sigue siendo evidente. En las próximas semanas se sabrá si logran reconducir su relación, aunque solo sea desde el respeto mutuo, o si el reencuentro en el plató ha supuesto un punto de no retorno para una pareja que, en su momento, llegó a ilusionar a muchos espectadores.
La audiencia no ha tardado en reaccionar ante la intensidad del conflicto, mostrando su apoyo tanto a Anita como a Montoya, aunque los bandos están claramente divididos. En redes sociales, muchos seguidores aplauden la sinceridad de la catalana y destacan su valentía al hablar desde la emoción, mientras que otros creen que el plató no era el lugar adecuado para una revelación tan íntima. Las declaraciones cruzadas, los gestos de dolor y las lágrimas en directo han dejado huella en el público, que percibe que detrás del espectáculo televisivo hay un sufrimiento auténtico que todavía no ha cicatrizado.
Con la tensión todavía latente, queda en el aire si ambos protagonistas volverán a coincidir en un plató o si preferirán alejarse definitivamente de la polémica. La ruptura de Anita y Montoya, ahora completamente confirmada, ha sido uno de los capítulos más controvertidos de esta edición de Supervivientes, marcando un antes y un después en su trayectoria mediática. Mientras ella opta por refugiarse en su comunidad virtual para compartir su versión con calma, él guarda silencio de momento, quizá esperando a que se apacigüen los ánimos. Lo cierto es que, más allá del reality, ambos han quedado expuestos ante millones de espectadores y ahora les toca decidir cómo gestionar públicamente las heridas de una historia que, por desgracia, no ha tenido un final feliz.