Ethereum tiene un token nativo cuyo uso es múltiple, pues es moneda de cambio, pero al mismo tiempo sirve como moneda para realizar operaciones dentro de la red y a también es quemado para generar gas de Ethereum. Esto no es un hecho aislado, en realidad es un protocolo que funciona desde el 2021 y se llama «EIP-1559».
Su impacto dentro de la red ha sido importante, por cuanto ha cambiado las expectativas y la apreciación, qué expertos tenían, sobre todo lo que está detrás de la red de Ethereum. Entender como afecta la quema de ETH, es una de las mejores formas de poder operar dentro de este ecosistema, pues cada elemento es complejo, tiene una función y siempre termina afectando el precio del token.
Efectos de la quema de ETH en Ethereum
Cuando el «EIP-1559» es activado, genera una red de consecuencias de alto impacto y que no son vistos inmediatamente. Posiblemente, el más vistoso de estos cambios es la reducción de oferta circulante. Con ello, la oferta total diminuya y desencadena una apreciación del precio de ETH, pues se vuelve más escaso y, por lo tanto, más codiciado. Asimismo, tiene un efecto deflacionario, pues la quema provoca que el ETH esté en circulación por más tiempo. La estabilidad del valor es otro de sus mejores efectos.
Las tarifas de transacción también se ven afectadas, principalmente porque la quema está directamente relacionada con ello. Cuando una parte de la tarifa de transacción es quemada, la otra queda destinada a los mineros como recompensa por validación de bloques. Además, reduce las tarifas base, la cual se ajusta dinámicamente en función de que tan congestionada esté la red. Lógicamente, cuando la demanda es alta, más ETH es quemado. En este sentido existe una priorización de transacciones, ¿Qué quiere decir? Los usuarios pueden pagar una propina para que los mineros prioricen sus transacciones. Generalmente, este caso se da en momentos de alta congestión.
Ethereum sostenible y seguro
La sostenibilidad y seguridad son dos aspectos que salen a relucir por el «EIP-1559». Quemar ETH a largo plazo contribuye con la sostenibilidad de la red a largo plazo. Dado que reduce la oferta, disminuye la cantidad de ETH necesaria para los mineros en lo que a recompensas se refiere. Gracias a ello se logra reducir el consumo de energía de la red.
Ofrece a su vez una mayor seguridad, pues la red es deflacionaria y limita la posibilidad de ataque malicioso. Cabe destacar, que los inversores sienten mucha confianza en la quema de ETH, pues demuestra que tras Ethereum hay un equipo de desarrolladores que buscan mejorar las condiciones del ecosistema.
