Cuando el Real Madrid ‘ajustició’ al Bayern con Parmalat como testigo

Este martes el Real Madrid recibe al Bayern Múnich en el Estadio Santiago Bernabéu en la vuelta de las semifinales de la Champions. Ha llovido mucho desde que en marzo de 1988 el Real Madrid eliminara a los alemanes en la capital española, en este caso en los cuartos de final de la entonces Copa de Europa, que en aquella época solo jugaban los campeones de liga. Parmalat lucia entonces en la camiseta del Madrid.

Los blancos, que habían perdido en la ida 3-2, salvándo los muebles gracias a Hugo Sánchez, vencieron 2-0 en la vuelta 2-0 y eliminaron a los germanos. Entonces era Parmalat quien lucía sus letras en la camiseta del Real Madrid. El entrenador que en 1998 dio la Séptima al Madrid, Juup Heynckes, era el técnico de los alemanes en 1988.

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El 16 de marzo de 1988 el Real Madrid, con la ‘Quinta del Buitre’ en su máximo apogeo, vivió una nueva noche europea mágica. A los blancos les era suficiente con ganar por 1-0 para acceder a las semifinales de la máxima competición europea. En la ida perdieron 3-2, un resultado buenísimo si se tiene en cuenta que llegaron a perder por 3-0.

Un gol de Emilio Butragüeño en ida, que aprovecho un falló garrafal de la defensa alemana en un pase atrás, y un tanto de falta de Hugo Sánchez de falta, que se ‘comió’ el portero Jean Marie Pfaff, porterzo belga que fue clave en la eliminación de España en los cuartos de final del Mundial de México, dejaron el camino expedito al Real para ponerse a dos pasos de la final de la Orejona.

El Madrid, en la vuelta, jugó con Buyo; Sanchis, Tendillo, Camacho, Chendo; Míchel, Jankovic, Gallego, Gordillo; Hugo Sánchez y Butragüeño, mientras que el Bayern formó así: Jean-Marie Pfaff; Augenthaler, Eder, Brehme, Pflügler, Winklhofer; Matthäus, Kögl; Mark Hughes y Wohlfarth.

En un ambiente de lujo, con la grada ‘ardiendo’ el Madrid encarriló el pase en el primer periodo del choque ante los germanos. Lo hizo en menos de 20 minutos, los que pasaron entre el primer tanto de los merengues y el segundo gol de los que entrenaba el holandés Leo Beenhaker.

El primer tanto llegó en el minuto 26. Una falta lanzada por el cerebro del centro del campo merengue, Janko Jankovic, entra como una exhalación en el arco alemán. Gallegó toca para el yugolavo que hace un lanzamiento imposible de alcanzar para el meta de los alemanes. 1-0 y el estadio respira tranquilo.

En el minuto 41 llegó la sentencia. Gordillo inicia una jugada, le devuelven el pase, inicia una cabalgada por la izquierda lanza un centro altísimo y Míchel que llega por la derecha, sin dejarla caer, la coloca en la red. Dos cero y el Madrid que se iba al vestuario con las semifinales en el bolsillo.

En el segundo periodo, el Bayern tuvo una ocasión muy clara para recortar distancias y meterse en la eliminatoria, pero Mark Hugues, el delantero galés que jugó también en el Barcelona, la mandó fuera.

Con 2-0 el Madrid se plantó en semifinales. El rival, el PSV Eindhoven, en el que jugaba un defensa central, lento pero de muy buen pie, un guante para los pases largos y las faltas: Ronald Koeman. En la ida 1-1, mientras que en la vuelta, en campo neerlandés, 0-0. El Madrid falló mil ocasiones y se fue a casa eliminado por el valor doble de los goles fuera de casa. Esa era la Copa de Europa en la que los blancos tenían todas las papeletas para ser campeones, pero se quedaron a las puertas. En el 89 llegó la máquina del Milán de Sacchi y los sueños europeos del Madrid se esfumaron.

Hubo que esperar a 1998, de la mano de Heynckes, para que el Madrid, 32 años después, levantara de nuevo la ‘Orejona’, lo que curiosamente, hizo en territorio neerlandés. En concreto, en Ámsterdam, en el campo del Ajax.

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Entonces los blancos se midieron, con Teka como patrocinador, al Juventus de Turin de Zidane, Alessandro del Piero, Pippo Inzagui… Una constelación de estrellas en los italianos, pero el Madrid, que había hecho una temporada mala en Liga, en Champions, hizo una gran campaña. Ese día, el 20 de mayo de 1998, los blancos rompieron con 32 años de espera. Mijatovic hizo el gol de la gloria y pasó a la historia del club blanco. El presidente del Madrid en 1998 era Lorenzo Sanz.