Moderna y Pfizer ofrecen un nuevo episodio de la guerra por las patentes de ARN

La guerra de patentes entre Moderna y BioNTech, socio de Pfizer, ha protagonizado un nuevo episodio. Esta vez atañe directamente a Moderna, pues a principios de semana la Oficina Europea de Patentes Europea declaró inválida una patente de ARN propiedad de la farmacéutica estadounidense. Este organismo europeo se encarga de la aplicación administrativa del convenio internacional sobre la patente europea, y es el que ha dictaminado que la solución de ARN de Moderna resulta inválida. Por su parte, la compañía ha comunicado que no estaba de acuerdo con la decisión de la oficina y que presentaría un recurso. La compañía alemana BioNtech alega que ya habían patentado la tecnología ARN antes de que surgiera la pandemia por la COVID-19. 

Para Pfizer y su socio BioNTech esta es una resolución favorable. De hecho, la biotecnóloga alemana ha calificado de positiva esta noticia pues consideran que «esta y otras patentes de Moderna no cumplen los requisitos para su concesión y nunca deberían haberse concedido», según informa ‘Reuters’. 

Las acciones de Moderna bajaron un 2,3% en las operaciones previas a la apertura del mercado en Wall Street, después de que la germana anunciara la decisión a primera hora del pasado martes 21 de noviembre. 

MODERNA Y PIZER

Esta guerra entre las farmacéuticas se remonta a mediados del año pasado, cuando la farmacéutica Moderna presentó una denuncia contra ambas compañías, diciendo que había copiado su tecnología de ARN presentada por la misma entre 2010 y 2016. Evidentemente, desde BioNTech siempre han defendido que su suero, que se comercializa con el nombre de Comirnaty, es original y desde entonces han defendido su postura. 

Esta guerra entre las dos farmacéuticas se remonta a mediados del año pasado

En este momento, el director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, explicó de este modo su actuación: «Presentamos estas demandas para proteger la innovadora plataforma de tecnología de ARNm en la que fuimos pioneros, en la que invertimos miles de millones de dólares para su creación y que patentamos durante la década anterior a la pandemia del COVID-19». De hecho, la demanda se centraba en dos características esenciale que posibilitan el éxito de este tipo de vacunas. 

Biontech

La estadounidense esperó a que pasara la pandemia para reclamar sus derechos vinculados a estas vacunas, tal y como indicó en octubre de 2020. En marzo de 2022, matizó que no exigiría reclamaciones a los países catalogados como de bajos y medianos ingresos incluidos dentro del programa COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la fundación GAVI. Desde que la pandemia ha entrado en una nueva etapa y el suministro de vacunas se ha estabilizado, Moderna esperaba que Pfizer y BioNTech respetaran sus derechos de propiedad intelectual y tendrían en cuenta una licencia comercialmente razonable en caso de que solicitarla para otros mercados, según informaba ‘eldiario.es’. 

CIFRAS DE MODERNA

Moderna perdió 3.630 millones de dólares (3.415 millones de euros) en los últimos tres meses mientras que en el mismo periodo del año anterior obtuvo unas ganancias de 1.043 millones de dólares. En los últimos nueve meses las pérdidas de la compañía ascienden a 4.931 millones de dólares frente a los 6.897 millones de beneficio conseguidos entre enero y septiembre de 2022.

Moderna perdió 3.630 millones de dólares (3.415 millones de euros) en los últimos tres meses

Durante la presentación de resultados, desde la compañía aseguraron que las tendencias de la vacuna COVID-19 están sujetas a variables e indicó que las tasas de vacunación en Estados Unidos continúan siendo claves para sus ventas en lo que queda de año y consideran que pueden resultar similares a las del año pasado, aunque habrá que esperar cómo funciona el mes de diciembre.

Pfizer vacuna covid

Por su parte, la compañía Pfizer informó de una caída del 42% en las ventas del tercer trimestre a 13.230 millones de dólares, frente a los 22.640 millones de dólares de hace un año, superando el consenso de 12.720 millones de dólares. En este momento afirmó que se esperaba una disminución en los ingresos por productos COVID-19, incluidos Paxlovid (píldora) y Comirnaty (vacuna), ha provocado una disminución operativa del 41% en los ingresos del tercer trimestre.

Por último, BioNTech comunicó que iba a ejecutar una provisión de 900 millones de euros debido al deterioro de su inventario al haber una menor demanda de lo previsto inicialmente de la vacuna contra la COVID-19, desarrollada con Pfizer.