La compañía estadounidense Moderna se vino ayer abajo en Wall Street con una caída del 6,52% tras publicar los resultados del último trimestre, nada favorecedores. En concreto, ha perdido 3.630 millones de dólares (3.415 millones de euros) en los últimos tres meses mientras que en el mismo periodo del año anterior obtuvo unas ganancias de 1.043 millones de dólares. De este modo, en los últimos nueve meses las pérdidas de la compañía ascienden a 4.931 millones de dólares frente a los 6.897 millones de beneficio conseguidos entre enero y septiembre de 2022.
VACUNA COVID-19
Los ingresos se redujeron casi a la mitad al caer a 1.757 millones de dólares frente a los 3.120 millones conseguidos del trimestre anterior. Hasta septiembre de 2023, las ventas de Moderna se han reducido a una cuarta parte de lo logrado en los nueves meses del periodo precedente.
La compañía justifica este decrecimiento debido a los 3.100 millones de dólares de gastos no monetarios relacionados con las deducciones fiscales y el cambio de su huella de fabricación. «En el tercer trimestre, redimensionamos significativamente nuestra infraestructura de fabricación para hacer rentable nuestra franquicia COVID-19 para 2024 y años futuros. Nos estamos preparando para diversos lanzamientos hasta 2025, incluida nuestra vacuna contra el VRS. Esperamos volver a crecer en ventas en 2025 y, mediante una inversión disciplinada, alcanzar el punto de equilibrio en 2026», ha indicado el consejero delegado de Moderna, Stéphane Bancel.
Desde la compañía explica que junto a los 400 millones de dólares de costes unitarios de fabricación, distribución y royalties, los 1.900 millones restantes se justifican de este modo: 1.300 millones de dólares de amortizaciones de existencias relacionadas con el exceso de productos obsoletos COVID-19; 500 millones de dólares de costes de liquidación de contratos de fabricación y 100 millones de dólares de gastos de cancelación. Y matizan que de estos cargos, «1.400 millones de dólares se debieron principalmente a los esfuerzos de redimensionamiento en el tercer trimestre, y se esperan otros 200 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2023».
Lo que se tiene claro desde la compañía es que que las tendencias de la vacuna COVID-19 están sujetas a variables e indicó que las tasas de vacunación en Estados Unidos continúan siendo claves para sus ventas en lo que queda de año y consideran que pueden resultar similares a las del año pasado, aunque habrá que esperar cómo funciona el mes de diciembre. Igualmente el acuerdo con la Unión Europea sobre su vacuna contra la COVID-19 aún se encuentra en vías de negociación.
De este modo reitera su perspectiva para todo el año de que los ingresos de las vacunas COVID-19 llegarán a los 6.000 millones de dólares, por lo que más o menos coincide con lo que pronosticó en agosto del presente año, en los que esperaba que este suero proporcionara unos ingresos entre 6.000 y 8.000 millones de dólares a lo largo del presente año.
PREVISIONES DE MODERNA
Moderna indica en la nota de prensa de resultados que prevé unas ventas de aproximadamente 4.000 millones de dólares en 2024, principalmente en la segunda mitad del año, debido sobre todo a las ventas mundiales de la vacuna COVID-19 y al lanzamiento de su vacuna contra el VRS. Mientras que en 2025, la empresa espera volver al crecimiento orgánico de las ventas. La Compañía considera que el coste de ventas como porcentaje de las ventas sea de aproximadamente el 35% en 2024, que se espera mejorar con el aumento de las ventas en 2025.
En cuanto a los gastos de I+D se estima que sean de unos 4.500 millones de dólares en 2024 y que se mantengan estables o disminuyan en 2025. Los gastos de venta, generales y administrativos serán de aproximadamente 1.300 millones de dólares en 2024 y se mantendrán estables o disminuirán en 2025. Igualmente se considera que los impuestos sean insignificantes tanto en 2024 como en 2025.
La empresa ha indicado que los gastos de capital serán aproximadamente de 900 millones de dólares en 2024 y sustancialmente inferiores en 2025, tras la finalización de las plantas de fabricación en Australia, Canadá y el Reino Unido.
Desde su perspectiva, puede alcanzar el punto de equilibrio en 2026. La empresa prevé un saldo final de tesorería de aproximadamente 9.000 millones de dólares en 2024, y de entre 6.000 y 7.000 millones de dólares.
