Desde hoy Renfe ha empezado a rodar en sus flamantes nuevas conexiones entre las dos principales ciudades de España y dos destinos claves de Francia: Marsella y Lyon. Pero la estatal no parece conformarse, de la mano de sus aspiraciones de recuperar del todo los ingresos de 2019, el año prepandémico, siguen reforzando su posición internacional y poco a poco apuntan a ser una marca clave para el nuevo objetivo ferroviario en Europa.
El presidente de Renfe, Raül Blanco, ha abogado por la internacionalización de la empresa pública española, y ha explicado que se están estudiando nuevas conexiones transfronterizas de alta velocidad entre Barcelona-Tolouse y San Sebastián-Bayonne.
«Queremos poder completar la red con todas las oportunidades que haya y también de una manera natural con la extensión que tenemos actualmente», ha subrayado en declaraciones a la prensa antes de la salida del primer tren AVE de la conexión Barcelona-Lyon este jueves en la estación de Sants de Barcelona.
Blanco ha calificado la operación como «un gran día para el sector ferroviario y un gran día para Renfe», ya que es la primera vez que un maquinista español de la empresa entrará en territorio francés.
«En pocos días completaremos esta operativa con el Madrid-Barcelona-Marsella y, por tanto, aportando conectividad con destinos europeos y con un objetivo muy claro de internacionalización» ha afirmado. El tren, que en su primer viaje ha sumado 240 pasajeros, ha partido a las 8.22 horas y llegará a Lyon a las 13.20, con paradas en las estaciones de Girona, Figueres-Vilafant (Girona), Perpignan, Narbonne, Montpellier, Nimes y Valence.
El próximo 28 de julio, la empresa estrenará su otro nuevo servicio diario que conectará Madrid con Marsella en una ruta que pasará por las estaciones de Zaragoza, Camp de Tarragona, Barcelona, Girona, Figueres (Girona), Perpignan, Narbonne, Bèziers, Montpellier, Nimes, Avignon y Aix-en-Provence.
«MUY BUEN RITMO» DE VENTAS
Blanco ha celebrado la «gran acogida» que ha tenido el nuevo servicio y ha señalado que en estos momentos han vendido –textualmente– en torno a 43.000 billetes en poco más de tres meses.
«Las ventas van a muy buen ritmo y, por tanto, esperamos que se mantengan también así los próximos meses», ha dicho Blanco, que cree que la venta será equilibrada tanto en mercado francés como en el español.
«UN HITO MÁS» PARA RENFE SEGÚN RAÜL BLANCO
El presidente ha enmarcado el servicio como «un hito más de la internacionalización» de la empresa pública española que, en sus palabras, sigue avanzando de manera sólida en proyectos como el AVE de Medina-La Meca (Arabia Saudita) y el Leo Express en República Checa. «Nuestro objetivo es llegar a París tan pronto como sea posible, si puede ser en 2024 con ese objetivo también bonito de los Juegos Olímpicos», ha añadido Blanco.
Son pequeños, o grandes, pasos que funcionan para que la empresa española siga creciendo más allá de la frontera. Es una apuesta que, además, se ha reforzado desde que en las propias vías españolas se han liberalizado, recibiendo empresas privadas de Francia (Ouigo, la low cost derivada del SNCF) y de Italia (Globalvía y Trenitalia que controlan la mayoría de las acciones de Iryo). Esto ha hecho que la estatal española acelere estos procesos de internacionalización, aunque es verdad que incluso antes de la liberalización Francia ya era vista como el siguiente objetivo evidente.
SUPERANDO LOS OBSTÁCULOS DEL PROTECCIONISMO FRANCÉS
Lo cierto es que tras varios años intentándolo la llegada de la estatal española al territorio galo no ha estado libre de problemas. Es que desde el gobierno de Macron se han puesto varios peros en cuanto a permisos y rutas posibles, con la idea de proteger su SNCF, que recordemos tiene presencia en España a través de Ouigo. En cualquier caso para Renfe este destino, más que Portugal, es visto no solo como una opción lucrativa, sino directamente como una forma de empezar a viajar al resto del continente.
Lo cierto es que a pesar de sus problemas internos, que son innegables al ver los casos de puntualidad y los reclamos en redes al cercanías, no se puede negar la historia de Renfe. Recordemos que la estatal fue por años la única operadora del segundo sistema de trenes de alta velocidad más extenso del mundo, por lo que su experiencia puede ser clave en otros territorios. Esto ya se ha visto en algunas de sus excursiones internacionales, en particular en el éxito de «Ave de la Meca».
Será interesante ver si en efecto estas conexiones con el territorio francés se mantienen con buenos números en los próximos meses. De ser así podemos estar frente a un nuevo capítulo en la historia de la estatal, que la permita ser un operador clave para el turismo del continente europeo.
