El monocasco AC75 de Emirates Team New Zealand ‘Te Rehutai’ ya se encuentra en tierras catalanas. Después de una travesía de tres semanas y media a bordo del buque ‘Ice Glacier’ y de su posterior desembarco en la madrugada del lunes en el Port de Tarragona, el barco ganador de la 36ª edición de la America’s Cup fue transportado horas después por carretera hacia la base barcelonesa del equipo defensor del trofeo más antiguo del planeta.
Después de los últimos trabajos de acondicionamiento de su cuartel general, situado en la terminal F1 Drassanes del Moll de Barcelona, el equipo responsable de la celebración de la 37ª edición de la America’s Cup en la capital catalana estará en disposición de surcar próximamente las aguas del Front Marítim a bordo de su AC75. De esta forma, y a la espera del desembarco definitivo del Challenger of Record, INEOS Britannia, y del desafío francés Orient Express Racing Team en las próximas fechas, el Defensor de la America’s Cup pasará a compartir el campo de regatas y el ‘skyline’ barcelonés con tres de sus challengers: Alinghi Red Bull Racing, NYYC American Magic y Luna Rossa Prada Pirelli.
En paralelo a la descarga del AC 75 ‘Te Rehutai’ en una base en la que los efectivos del equipo de tierra continúan poniendo a punto, el primer grupo de tripulantes del equipo neozelandés ya ha comenzado a instalarse en Barcelona. Los ‘kiwis’ tienen previsto desplazar a Barcelona entre 60 y 70 efectivos con sus respectivas familias en esta primera expedición, a la que próximamente se incorporará la tripulación de su AC40 ‘Te Kakahi’ con el que competirán tanto en las dos primeras regatas preliminares previstas para los próximos meses de septiembre y noviembre en Vilanova i la Geltrú y Jeddah, como en la Youth y la PUIG Women’s America’s Cup.
“Cuando diseñamos el AC40, tuvimos en cuenta cómo íbamos a enviar el barco alrededor del mundo”, afirma el ingeniero mecánico del Emirates Team New Zealand, Martin McElwee. A partir de una disposición de estantería plana, esta plataforma de transporte a medida permite mantener al barco “dentro del gálibo de un contenedor de 40 pies (12,19 metros)”, para que cuando éste se coloque en un remolque de carga baja no supere los 4,8 metros, “que es más o menos la altura máxima que se puede transportar en camión por todo el mundo sin demasiados problemas con los permisos».
Según añade ‘Toon’ McElwee, cada barco “viene con su plataforma de transporte” incorporada desde que sale del astillero: “Cada AC40 llega en un solo paquete, todo está junto y no es necesario disponer de otros contenedores”. Mantener el yate en un solo paquete “reduce el coste del envío alrededor del mundo” y facilita la búsqueda de espacio libre en buques de carga como el Ice Glacier.
Más allá de cuestiones estrictamente logísticas, el envío del AC40 ‘Te Kakahi’ se encuentra en su “etapa final”, según admite Spencer Loxton. “Lo tendremos en un barco a principios de la próxima semana para encontrarnos con el AC75 en Barcelona”, continúa el capitán del AC40 nada más terminar de supervisar la última fase del montaje en la plataforma que transportará el casco al completo, así como el mástil, los brazos y alas de los foils (hidroalas), que han sido diseñadas expresamente para que este proceso resulte lo más rentable y eficiente posible.