miércoles, 11 diciembre 2024

BdE: las energéticas disparan el crecimiento del negocio de las empresas españolas

La cifra neta de negocios de las empresas creció en 2022 a un ritmo del 41,3% frente al incremento del 20,7% que experimentó la muestra en 2021. Esta evolución positiva se observa en todos los sectores, si bien, destaca el dinamismo del sector de la energía en 2022 que contribuyó con 16,7 puntos al crecimiento total, según datos del Banco de España (BdE).

EL NEGOCIO

El Resultado Ordinario Neto (RON) creció en un 91,3% en 2022 (frente al 32,1% de 2021), destacando de nuevo la contribución del sector de la energía con 26,7 puntos respecto al total. Esta evolución se explica fundamentalmente por el aumento del valor añadido bruto (VAB) en un 21,4% y de los ingresos financieros en un 69%.

La ratio de rentabilidad del activo se situó en 5,5% en 2022 frente al 4% de 2021 (alza justificada principalmente por el incremento del RON). Destacó el aumento de las rentabilidades de los sectores de comercio y hostelería y de industria que duplicaron sus valores para el 2022 (de 6,9% a 11,2% y de 5,5% a un 10,9%, respectivamente), si bien en el caso de la industria este incremento vino marcado por la evolución expansiva del refino en el último ejercicio.

energia 2 Merca2.es

INFORME TRIMESTRAL

Las proyecciones macroeconómicas presentadas del último boletín económico del Banco de España —que terminaron de elaborarse a principios de marzo, antes de la reciente aparición de tensiones en los mercados financieros internacionales— «contemplan un fortalecimiento gradual de la actividad económica en nuestro país en los próximos trimestres».

Según el estudio del supervisor, «al incremento en el ritmo de avance del producto contribuirán, entre otros factores, la disminución prevista de las presiones inflacionistas, el fortalecimiento del contexto internacional —impulsado, en parte, por la reapertura de la economía china y por la relajación de los cuellos de botella en las cadenas de aprovisionamiento global— y la puesta en marcha de un volumen creciente de proyectos de inversión concebidos al amparo del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia del programa Next Generation EU».

En todo caso, señala el organismo que tiene como gobernador a Pablo Hernández de Cos, «en términos de tasas de crecimiento medio anual, el impacto favorable de estas dinámicas sobre la actividad será especialmente visible en 2024 y 2025 —cuando el PIB avanzará un 2,3% y un 2,1%, respectivamente—, mientras que en 2023 el PIB de la economía española crecerá un 1,6%, avance sensiblemente por debajo del 5,5% registrado en 2022 y que refleja la notable desaceleración que la actividad económica experimentó en nuestro país en la segunda mitad del pasado año.

Al incremento en el avance del PIB contribuirán, entre otros factores, la disminución prevista de las presiones inflacionistas

En este sentido, apuntaban que «las proyecciones también contemplan una disminución gradual de las elevadas presiones inflacionistas actuales. En promedio anual, la tasa de inflación general se reducirá desde el 8,3% registrado en 2022 hasta el 3,7% en 2023, fundamentalmente como consecuencia de efectos base negativos en el componente energético y del abaratamiento esperado de las materias primas energéticas en los próximos meses —de acuerdo con las cotizaciones actuales en los mercados de futuros—.

En 2024, sin embargo, la reducción en la tasa de inflación general será mucho más modesta, hasta el 3,6% —antes de descender nuevamente en el último año del horizonte de proyección hasta el 1,8%—, debido, en gran medida, a la aceleración del componente energético una vez que expiren las principales medidas desplegadas por las autoridades para mitigar los efectos de la crisis energética. Por su parte, la reducción de la tasa de inflación subyacente a lo largo del período de proyección se prevé más lenta que la de la inflación general. De hecho, esta tasa se elevará hasta el 3,9% en 2023 —desde el 3,8% observado en 2022—, antes de descender hasta el 2,2% en 2024 y el 1,8% en 2025.

LA INCERTIDUMBRE

En un contexto de incertidumbre muy elevada —que se ha visto incrementada por las recientes tensiones financieras globales—, los riesgos sobre estas proyecciones están orientados a la baja en términos de la actividad económica y aparecen equilibrados con respecto a la inflación.

El principal riesgo, a la baja para la actividad y al alza para la inflación, continúa estando vinculado a los posibles desarrollos geopolíticos en la guerra de Ucrania, en la medida en que estos podrían dar lugar a nuevas perturbaciones de oferta negativas similares a las sufridas durante buena parte de 2022.

El principal riesgo, a la baja para la actividad y al alza para la inflación, continúa estando vinculado a los posibles desarrollos geopolíticos en la guerra de Ucrania

Un riesgo que era ya relevante en la fecha de cierre de las proyecciones y que ha cobrado una importancia mayor en los días transcurridos desde entonces es la posibilidad de que se produzcan turbulencias adicionales en los mercados financieros, con efectos a la baja sobre actividad y precios, que tendrían lugar a través de un doble canal: un empeoramiento de la confianza de los agentes económicos y un tensionamiento de las condiciones financieras más intenso de lo anticipado ahora.

REPUNTE DEMANDA INTERNA

Por otro lado, como se ha apuntado, una hipotética traslación más rápida de los descensos recientes del precio de la energía al resto de los precios de consumo —en España y en el resto del área del euro— favorecería una menor inflación y un mayor repunte de la demanda interna, al impulsar las rentas reales y reducir las necesidades de tensionamientos adicionales de la política monetaria.

En sentido contrario, aunque se han atenuado los riesgos de que se agrave la persistencia del actual episodio inflacionista, no se puede descartar aún que se produzca un proceso de realimentación entre los crecimientos de los precios y los salarios. Finalmente, por lo que respecta al ámbito externo, son inciertos los efectos de la reapertura de la economía china sobre la actividad y la inflación a escala global.


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