La desaparición del scalextric de Pedro Bosch en Madrid no termina de coger forma

Madrid está de obras. Podría ser el título de una comedia desternillante sobre la vida de los madrileños en la capital, pero nada más lejos de la realidad. De comedia, nada; de ficción, mucho menos. Los ciudadanos de Madrid están más que acostumbrados a pasear por la ciudad sorteando escombros, vallas de obras y bordeando calles. Pero el hábito no hace al monje y las obras tampoco mantienen impasibles a los madrileños.

Y, sino que se lo digan a los vecinos del barrio de Retiro, a los que se encuentran en los distritos de Pacífico y Adelfas. Hasta hace unos meses era uno de los últimos scalextric de la capital después del derribo del de la calle Joaquín Costa hace apenas un año.

El puente de Pedro Bosch, uno de los últimos scalextric de la capital, unía los barrios de Pacífico y Méndez Álvaro

Ahora que el Ayuntamiento de Madrid ha apostado por una transformación completa de la zona y derribó también el Puente de Pedro Bosch (que unía los barrios de Pacífico y Méndez Álvaro) tan solo queda el Puente de Vallecas, el que separa los distritos de Retiro y Vallecas.

Las obras para la eliminación del puente de Pedro Bosch no han sido las más plácidas de todas. Siempre en continuo enfrentamiento con el scalextric de Vallecas, el Puente de Pacífico tuvo sus últimos días en el mes de marzo, cuando las grúas comenzaron su trabajo. Si bien, no se ha eliminado todo el puente porque eso impediría el acceso entre distritos (Retiro y Arganzuela), si se ha derribado una parte importante que afecta sobre todo al tráfico de vehículos que circulan diariamente.

LAS OBRAS DE PEDRO BOSCH AVANZAN, PERO NO CONVENCEN

En marzo de 2022 el Ayuntamiento de Madrid dio luz verde al inicio de las obras de desmantelamiento del scalextric de Pacífico. Una infraestructura levantada en 1971 para unir los distritos de Retiro y Arganzuela a través de una plataforma que salvaba las vías ferroviarias de la Estación de Atocha (a 1,6km escaso de distancia) y se alargaba hasta la calle de Doctor Esquerdo, lo que acercaba aún más la plaza de Conde Casal.

La utilidad del puente era obvia y es que el de Pedro Bosch desahogaba el tráfico que se producía en la confluencia de la misma Doctor Esquerdo con Ciudad de Barcelona. Tras el derribo de este, y después de décadas, las retenciones han regresado al barrio de Pacífico.

Hasta hace apenas unos días la Avenida de Ciudad de Barcelona era un auténtico embudo tanto por el norte (desde Atocha) como por el sur (desde Vallecas). Al igual que en el final de Doctor Esquerdo. La inhabilitación de la rampa de subida del puente de Pedro Bosch (hacia Méndez Álvaro) sumado a la eliminación de varios carriles desde Conde Casal hacen realmente una odisea el pasar por el barrio de Pacífico.

En la línea, dentro del proyecto de derribo del puente de Pedro Bosch también se han incluido una serie de reformas urbanísticas que afectan a los carriles de tráfico de ambas avenidas. El plan es reestructurar la vía reduciendo carriles y ampliando aceras.

Un despropósito sin sentido teniendo en cuenta que ya se ha reducido el número de carriles de lo que queda del puente por encima de las vías ferroviarias que llegan hasta la estación de Atocha: de 3 a 1 (el proyecto incluye dos carriles por sentido, pero uno de ellos será de uso exclusivo para el transporte público).

Unas obras que no terminan de convencer a los vecinos de Pacífico y Adelfas que ven como sus barrios se vuelven totalmente inaccesibles por el capricho del Ayuntamiento de Madrid.

EL AYUNTAMIENTO FIJA AHORA SU OBJETIVO EN TIRSO DE MOLINA

Como cada año de elecciones a los madrileños les toca sufrir el lavado de cara de sus gobernantes. Las obras de Madrid son conocidas hasta en el pueblo más pequeño de Soria. La fama de la capital se la reparte entre la Gran Vía y el Primark, la M-30 y las obras.

Aún si haber terminado con la fatídica reforma de la Plaza de Sol, la delegada de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid ha desvelado que los presupuestos para 2023 albergan dos proyectos de reforma para la plaza de Tirso de Molina y la plaza de Jacinto Benavente.

Las obras podrían iniciarse el próximo año de aprobarse tales presupuestos. Lo que los madrileños se preguntan ahora es si la remodelación de sendas míticas plazas tendrá el mismo destino que la Plaza de Sol. Y todo referido a la transformación nada funcional de esta última.

Una de las peticiones históricas de los madrileños para los espacios abierto más conocidos de la capital es la instalación de soportes o árboles que ofrezcan sombra en los meses más calurosos del año. O que, por ejemplo, en este sentido, existan más fuentes de agua públicas, como ocurre en otras ciudades. Ni una ni otra han sido prioridad para el Ayuntamiento de Madrid en el caso de las obras de Sol, y los ciudadanos temen que la historia se repita.

A cambio, la plaza Km0 de Madrid será un espacio de cemento gris, sin bancos para descansar, sin agua para refrescar (se han eliminado ya las dos grandes fuentes que coronaban la plaza) y sin ninguna zona verde.

Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid defiende las reformas de los espacios públicos, siempre y cuando, claro, que se puedan privatizar, como en el caso de la renovada Plaza de España.

Elena García
Elena García
Periodista especializada en contenido económico, de finanzas e inmobiliario.