Nadie puede negar que unos tacones de aguja pueden ser espectaculares. Estilizan increíblemente la figura y hace que cualquier combinación de ropa luzca mucho más. Cuanto más altos, más llamativos y codiciados, tanto por el diseño como por la dificultad que entraña vestirlos. Son todo un reto de belleza porque, reconozcámoslo, la incomodidad que pueden provocar es directamente proporcional a lo deseables que parecen. A pesar de todo, son un complemento insustituible en los looks de fiesta y en eventos especiales.
EMPEZAR A DARLES FORMA ANTES DEL DÍA
¿A pesar de todo te has empeñado en esos tacones de aguja, porque ha sido amor a primera vista? Bien por tu valor y tu determinación. Si es así, no los estrenes el mismo día. Una semana antes del evento, ensaya con ellos en casa y póntelos durante un buen rato cada día. Así estarás ayudando a que el pie se acostumbre a caminar sobre tacones, y de paso irás cogiéndoles el truco para tener más seguridad al andar. No hay nada más triste que estrenar tacones y parecer un cervatillo dando sus primeros pasos. Si vas a usar medias, póntelas también porque la sensación pude cambiar bastante.
