Nadie puede negar que unos tacones de aguja pueden ser espectaculares. Estilizan increíblemente la figura y hace que cualquier combinación de ropa luzca mucho más. Cuanto más altos, más llamativos y codiciados, tanto por el diseño como por la dificultad que entraña vestirlos. Son todo un reto de belleza porque, reconozcámoslo, la incomodidad que pueden provocar es directamente proporcional a lo deseables que parecen. A pesar de todo, son un complemento insustituible en los looks de fiesta y en eventos especiales.
ACOSTUMBRARSE POCO A POCO A LOS TACONES
Si no estás acostumbrada a los tacones, no es recomendable que te decantes por unos stilettos de vértigo por primera vez, porque lo vas a vivir como un infierno y encima no vas a disfrutar de esa salida especial. En tal caso, lo mejor es que elijas tacones más bajos, de unos 5 centímetros como mucho y de forma más cuadrada. Hay diseños maravillosos y muy elegantes, con poca altura, que estilizan de igual manera y aportan mayor comodidad.
