Paracetamol: mitos, uso y alternativas más conocidas

Sin duda, uno de los medicamentos más utilizados en el día a día es el paracetamol. Este medicamento se utiliza principalmente para curar pequeños dolores y para aliviar los síntomas de algunas enfermedades. Por ello, es normal que su uso esté extendido, ya que se vende sin receta en las cajas de menos 600 miligramos, tal y como ocurre con el ibuprofeno.

Eso sí, hay muchos mitos sobre su uso y hay personas que aún lo utilizan mal, ya que no saben exactamente para lo que sirve. Por ello, vamos a hablar más sobre él, explicando los mitos, dosis recomendada, sus usos típicos, las diferencias con el ibuprofeno y los posibles efectos secundarios de su uso, entre otras cosas.

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El riesgo de tomarlo

El paracetamol se considera uno de los fármacos más seguros que existen y tiene pocas contraindicaciones. Una de ellas es la dosis, la cual es de 4 gramos al día como máximo siendo adultos (4 tomas de 1 gramo cada 6 horas) y 60 mg por kilo en niños al día (3 gramos en alguien de 50 kilos). Si se sobrepasa, se podría producir nefropatía intersticial.

Por otro lado, no se debe usar con alcohol, especialmente con personas que lo consumen habitualmente.  Si una persona es alcohólica de forma crónica, no debería tomar más de 2 gramos diarios de paracetamol para no sufrir daño hepático. Las personas asmáticas que tengan sensibilidad al ácido acetilsalicílico podrían tener ligeras reacciones broncoespásticas, aunque es poco frecuente.

Lo mismo ocurre con personas con disfunción renal, las cuales no deberían tomar dosis elevadas para evitar problemas de riñón, reduciéndolo solamente al uso ocasional y nunca prolongado. Finalmente, tampoco está indicado para un uso prolongado en personas con anemia, afecciones pulmonares y problemas cardíacos.

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