El tabaco, aunque legal, no deja de ser una droga que produce una adicción incluso muy superior a otras. La prueba es lo que cuesta dejar de fumar. De hecho, muchos de los que intentan dejarlo, fracasan: o bien son incapaces siquiera unos días de olvidarse del tabaco o bien o dejaron y de repente un día de estrés, ansiedad, preocupación o bien por influencia de la vida social, volvieron a caer y no fue precisamente algo puntual. Al final ese ansia es uno de los mayores obstáculos a la hora de dejar el tabaco o al menos fumar con menos frecuencia y cantidad. Veamos como controlarlo y así, en el caso que no puedan dejar de fumar totalmente, puedan conformarse con fumar un cigarrillo al día o pocos a la semana. Algo es algo.
6ANSIA Y TENTACIONES
Van de la mano, así que hay que evitarlas. En todo el proceso tendrás más de una tentación, está clarísimo, pero debes evitarlas en la medida de lo posible, especialmente cuando llevas poco tiempo sin fumar. Elimina de tu casa ceniceros, encendedores y pitilleras. Evita también los lugares a los que solías ir a tomar algo y echar un cigarro con los amigos. Conoce sitios nuevos libres de humo.
El café y el alcohol pueden recordarte también el cigarro de después. Evita estas bebidas y opta por otras más saludables como, por ejemplo, zumos y tés fríos. Sustituye el café de por la mañana por un zumo de naranja natural recién exprimido. Ganarás en salud en todos los sentidos y de paso disminuirás esa ansiedad que te hace fumar más.