Las personas que conviven con un perro saben que en ocasiones pueden dejar un olor fuerte en el ambiente, mucho más después de mojarse. Aunque a menudo, al compartir espacios a diario, el olfato se acostumbra y se deja de percibir ese aroma, los demás sí lo van a notar, porque el olor igualmente está ahí. Para evitar que la casa huela a perro y, por el contrario, desprenda un perfume rico y agradable, debemos seguir algunas pautas con las que fácilmente podemos solucionar esta cuestión.
3USAR DESODORANTE DE PERRO
Esta rutina también puede ser muy útil para identificar presencia de bultos, heridas y parásitos. Y además, es un momento muy agradable que sirve para reforzar los vínculos entre el perro y su humano. No hay que olvidar que los cepillos tienen que lavarse regularmente. También se puede aprovechar el momento del cepillado para combinarlo con la aplicación de alguno desodorante específico para perros, que se pueden encontrar en tiendas de animales con una amplia variedad de aromas. Si queremos que el olor sea sutil, podemos aplicar un poco de producto sobre un cepillo de cerdas tupidas y después cepillar todo el pelaje.