El entrenamiento invisible durante el embarazo

El movimiento continuo durante el embarazo es vital, sin importar en el trimestre que te encuentres, tanto para la salud física como mental. Aunque estar embarazada no es una enfermedad, sí que conlleva muchos cambios, tanto físicos como psíquicos, que tendrá que hacer frente la futura mamá.

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia recomienda a todas las mujeres embarazadas realizar ejercicio, salvo a aquellas que cuenten con contraindicaciones médicas. Y por supuesto, cuando hablamos de ejercicio, hablamos de actividades que conlleven una intensidad moderada, que permitan a la embarazada hablar sin fatigarse. No hay que olvidar que la finalidad principal es reducir las complicaciones durante la gestación y prepararse para el parto, sin poner en riesgo el bienestar materno-fetal. Por eso hay que descartar la realización de todos aquellos deportes que requieran realizar un esfuerzo elevado, sean de impacto o de contacto directo que puedan provocar algún tipo de caída o traumatismo a la embarazada.

Sin lugar a dudas el deporte más recomendado es caminar, seguido de nadar, meditación, yoga o pilates para embarazadas. En definitiva, cualquier tipo de actividad que mejore la resistencia aeróbica, el equilibrio, la flexibilidad y el suelo pélvico. Aunque su práctica debería ser habitual, se recomienda practicarlos un mínimo de tres días a la semana con una duración de una hora diaria.

Asimismo, existe otro deporte más importante también recomendado por todos los médicos: dormir. Por ello, no debemos olvidar la importancia que tiene un descanso adecuado en la salud en cualquier etapa de nuestra vida, sobre todo durante el embarazo. Mantener un nivel adecuado de sueño nos ayuda a mejorar nuestras capacidades cognitivas y de concentración, además de fortalecer nuestro sistema inmunitario.

Para mejorar el descanso es recomendable utilizar almohadas para embarazadas, ya que este tipo de almohadas ayudan a conseguir un sueño reparador. Aunque gracias a su forma de “C” o “L” permiten utilizarlas en multitud de posiciones, lo más común es que se sitúen entre las piernas, favoreciendo así un descanso de lado al apoyar la tripa sobre ella. Esta almohada hace que la embarazada adopte una postura más equilibrada durante el descanso, reduciendo los dolores de espalda y ayudando a conciliar el sueño. También son una buena opción para reducir el entumecimiento y los movimientos provocados por el síndrome de piernas inquietas y las molestias musculares propias de la gestación.

Descansar bien durante el embarazo es algo que puede ser complicado para muchas mujeres debido a todos los síntomas y molestias que pueden ocasionar los cambios físicos que sufre el cuerpo de las embarazadas. Dese el inicio de la gestación, uno de los primeros cambios que se producen está relacionado con en el descanso y el sueño. Ya que la mayoría de las embarazadas sienten somnolencia debido al aumento de la hormona progesterona, que produce un efecto sedante sobre el cerebro.

No obstante, una vez pasada la mitad del embarazo, el crecimiento del vientre unido a los demás síntomas hace complicado descansar durante la noche. Lo que provoca por un lado la dificultad de la conciliación o mantenimiento del sueño, comúnmente conocido como insomnio, que a su vez estimula la disminución de la calidad del sueño y genera cansancio y fatiga al día siguiente.

Aunque este problema de sueño puede aparecer en cualquier momento de la gestación, a partir del tercer trimestre conciliar el sueño es una tarea imposible. Llega un momento en que es muy difícil encontrar una postura cómoda y reducir los dolores de espalda. A lo que se le suma el constante reflujo o acidez de los alimentos, los frecuentes viajes al baño para miccionar o incluso, los movimientos fetales o contracciones.

El entrenamiento invisible de todas las embarazas se basa en conseguir un descanso de calidad. Capaz de recuperar y restablecer la energía en el cuerpo, mejorando así el flujo sanguíneo asegurando la llegada de oxígeno y nutrientes al bebé.

En definitiva, tener una alimentación equilibrada, realizar un ejercicio moderado y disfrutar de un descanso de calidad son las pautas básicas y esenciales para llevar a cabo un embarazo sano.