viernes, 13 diciembre 2024

Iberdrola aboga por abolir el carbón como materia prima

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha suscrito en nombre de Iberdrola una Declaración Internacional que aboga por abolir el carbón como materia prima, en consonancia con la presente edición de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que ve en esta medida una de las principales bazas para avanzar en el compromiso de limitar el incremento global de temperatura en el Planeta a un máximo de 1,5 grados.

Estas declaraciones han tenido lugar en el evento de la Powering Past Coal Alliance (PPCA), la coalición de gobiernos y empresas que se creó en 2017 para promover políticas y planes de inversión alineados contra el fin del carbón como fuente de energía para avanzar en la implantación de energías limpias.

Iberdrola es pionera en la transición energética y una de las primeras empresas en unirse a la Powering Past Coal Alliance, un compromiso de descarbonización que permitirá el paso del uso de las energías fósiles a fuentes renovables.

A este respecto, Galán ha advertido sobre el momento crucial que atraviesa el planeta, con el horizonte puesto en el año 2050, en el que las emisiones de efecto invernadero deberán alcanzar el coste cero, para lo que deberán reducirse en un 45% en menos de 10 años.

El presidente de la energética ha insistido en la obligación de trabajar de manera conjunta para acabar de manera urgente con el carbón y apostar por la electrificación con fuentes renovables para proteger el planeta.

La compañía es pionera en este camino hacia la sostenibilidad con su apuesta por las energías renovables desde hace 20 años. En esa trayectoria, Iberdrola ha cerrado 17 plantas de carbón y petróleo y ha realizado una inversión de alrededor de 120.000 millones de euros en energías limpias, redes inteligentes y digitalización, alcanzando los 35 GW instalados en energías renovables.

En esta línea, Iberdrola ha proyectado una inversión de 155.000 millones de euros a lo largo de los próximos 10 años, con el objetivo de alcanzar cero emisiones en el año 2030, adelantándose así en 20 años a la meta europea.

El modelo de negocio de Iberdrola, que ha multiplicado por 6 su tamaño, demuestra que la lucha contra el cambio climático es totalmente compatible con la creación de valor para sus accionistas, empleados y la sociedad en su conjunto. En la actualidad, la empresa es líder mundial en energías renovables, suministrando energía a más de 100 millones de personas en todo el mundo.

Sin embargo, para el presidente, los compromisos de descarbonización que saldrán de la COP 26 solo serán posibles si los gobiernos proveen un marco regulatorio estable, coherente, predecible y con seguridad jurídica.

El objetivo es que el desarrollo de la energía limpia no se vea afectada por problemas temporales, como está sucediendo en estos momentos con la subida del precio del gas, que está facilitando a algunas compañías desandar el camino y apostar nuevamente por el carbón.

A su juicio, a estas reglas estables habrá que sumar otras medidas, como la inmediata suspensión de los subsidios a los combustibles fósiles, o proporcionar señales de precios bajo el precepto de «quien contamina paga» pero, sobre todo, Sánchez Galán ha insistido en la necesidad de acabar con la burocracia que impide que los proyectos ecológicos sean aprobados con celeridad.

Iberdrola está avanzando en su estrategia nacional de descarbonización atendiendo a un plan de transformación verde vinculado al cierre ordenado de sus centrales, como ha sucedido en la central de Velilla (Palencia), o en la de Lada (Asturias).

Estos planes incluyen inversión en renovables, la creación de plataformas ciudadanas, proyectos de economía circular, así como la dinamización del tejido empresarial y el empleo local en torno a principios verdes e innovación y apoyo al emprendimiento local.


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