Para que salgan unos tienen que salir primero otros. Está máxima tan sencilla no está siendo nada fácil de cumplir en Unicaja Banco, que, a la par que negocia un nuevo ajuste por la fusión con Liberbank, tiene casi 500 empleados que pidieron la salida en anteriores procesos y aún no han dejado la entidad financiera de origen andaluz.
BAJAS SOSTENIDAS
Unicaja es partidaria de que las salidas de empleados se hagan de modo sostenido para que el banco no se vea afectado en su funcionamiento. No obstante, esta manera de ejecutar los procesos de reestructuración está teniendo algunos efectos sobre la plantilla del banco y sobre el número de salidas del nuevo ajuste. La entidad plantea más de 1.500 bajas y a estas salidas hay que sumar más de 400 previstas pero no ejecutadas. Estas salidas derivan, sobre todo, de otro proceso anterior y ya estaban previstas, lo que, a la postre, hace que el ERE que se plantea no sea sobre 1.900 personas sino sobre unas 1.500. La mesa del ERE puede que acabe pactando que hayas menos bajas.
La relación de Unicaja con los sindicatos ha sido históricamente muy fluida, lo que le ha permitido pactar muchos acuerdos para la salida de trabajadores. Estos pactos tienen un punto fundamental: las salidas son progresivas. Son bajas sostenidas en el tiempo, de modo que no se producen salidas en estampida, evitando así cualquier tipo de problema de funcionamiento o servicio.
Unicaja no quiere una reestructuración en la que haya salidas en estampida
PROCESOS Y EMPLEADOS
Esta situación tiene una influencia directa en el nuevo ajuste, ya que, según fuentes sindicales presentes en Unicaja, ha provocado que las bajas netas sean 1.500 cuando el excedente es de 1.900 personas», indicaron fuentes de Comisiones Obreras (CC.OO.)en el banco.
Hay unos 400 empleados de Unicaja Banco que han pedido salir y aún no lo han hecho, dijeron a MERCA2 fuentes de CC.OO. Estos empleados proceden tanto de los que se apuntaron en el proceso de diciembre de 2018 como en el que se abrió este año, remarcaron estas mismas fuentes. Al respecto, la sección sindical de CSICA en Unicaja concreta que «las salidas totales propuestas ascienden a 1.950 (1.337 de oficinas y 613 de servicios centrales)», pero como quedan «437 empleados pendientes de abandonar la entidad, el excedente neto se reduce a 1.513 salidas. Son «1.005 bajas en oficinas y 508 en los servicios centrales», dijeron.
FECHA ESTIPULADA
Lo normal es que estas personas tengan una fecha estipulada, tal y como pasa en otras entidades financieras que han llevado a cabo procesos de reestructuración. Sin ir más lejos, CaixaBank.
A Unicaja se le va a acumular el trabajo, porque a estas 400 tiene que sumarle los que salgan en el nuevo proceso. Los números del banco aluden a un proceso con 1.513 bajas y el banco quiere cubrir estos huecosv «con movilidad geográfica», es decir con traslados.
También pretenden que se produzca «la modificación de las condiciones de trabajo, con objeto de armonizar las condiciones laborales preexistentes en las entidades de origen».
Los sindicatos entienden que tiene que haber una homologación de condiciones y creen que es posible realizarlo sin gastar más. Fuentes de CC. OO: apuestan por reajustar partidas por colectivos.
Está por ver cómo se armonizarán las condiciones laborales de la plantilla
EL INFORME TÉCNICO
Unicaja justifica el ERE amparándose en «un riguroso análisis técnico de la situación económica, productiva y organizativa de la entidad» que estima necesario «poner en marcha una medida de despido colectivo, como mecanismo legal previsto de cara a llevar a cabo el redimensionamiento interno, sujeto a la negociación con la representación legal de los trabajadores».
El proceso de negociación está centrado en la redimensionamiento de la plantilla, la movilidad geográfica y modificación de condiciones de trabajo, reitera la entidad. El proceso de negociación se encuentra en el período informal, iniciado el 22 de septiembre, con duración establecida al menos de 15 días, señalan fuentes de Unicaja Banco.
Según fuentes de la entidad, este proceso responde a la consecución los objetivos estratégicos de la entidad previstos en el proyecto de fusión. También «se enmarca dentro de las tendencias sectoriales dentro de un entorno complejo y sujeto a múltiples retos». Este proceso se orienta, entre otros factores, a mejorar la rentabilidad y eficiencia del banco (a través de la eliminación de solapamientos y el aprovechamiento de economías de escala), adaptar su estructura al contexto actual, caracterizado por una transformación generalizada del sistema financiero, de cara a la consecución de las sinergias previstas en el proyecto de fusión, así como para preservar una posición competitiva en el mercado.
El banco quiere mejorar su eficiencia y ser más rentable de lo que es ahora
RENTABILIDAD Y TIPOS BAJOS
Unicaja también se refiere a la situación actual, muy complicada para las entidades financieras. «La rentabilidad y la eficiencia del negocio siguen deterioradas en el sector por el entorno de bajos tipos de interés, la necesidad de acometer mayores provisiones, la mayor presión regulatoria, las cuantiosas inversiones en tecnología requeridas ante la transformación digital del sector, y la necesidad de mantener y mejorar el atractivo de la entidad para captar inversores y capital necesarios para aumentar la financiación crediticia a empresas y familias, y apoyar el desarrollo económico de la sociedad» argumenta el banco.
Este proceso «persigue mejorar la rentabilidad y eficiencia de la entidad, en el marco de los objetivos estratégicos de Unicaja Banco, continuando, tras haberse convertido en la quinta entidad en el mercado español, con el esfuerzo en la contención y reducción de costes derivados de la transformación del modelo de negocio, la automatización y la simplificación de procesos», concluye.
