El Banco de España ha advertido de riesgos «latentes» y «muy relevantes» en los activos improductivos de la banca, ante una situación en la que el PIB ha caído con fuerza por la pandemia, pero la ratio de préstamos dudosos (NPL) no ha aumentado debido a las medidas implementadas por las autoridades para mitigar el impacto de la pandemia.
Aunque la ratio de NPL no ha aumentado en términos agregados, sí lo ha hecho en carteras específicas, como en consumo o en las ramas más afectadas por las restricciones.
Así lo ha explicado el director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del organismo, Ángel Estrada, en su intervención en los NPL Days Spain, donde ha especificado que, en esta ocasión, los NPLs no estarán tan ligados al sector inmobiliario, sino que se corresponden en mayor medida a pymes de sectores concretos.
Ante esta situación, la Comisión Europea pretende que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) revise las plantillas de datos sobre NPLs que se desarrollaron en 2017 para facilitar la diligencia financiera y la valoración de las operaciones con NPLs.
El organismo comunitario también sugiere establecer un centro de datos a escala de la Unión Europea (UE) en apoyo de los participantes en el mercado de compraventa de estos activos, que recopilaría y almacenaría datos sincronizados sobre las operaciones.
Asimismo, considera «muy relevante» organizar las fuentes de datos existentes que estén disponibles de forma agregada para estos participantes.
En cuanto a la propuesta de directiva de ‘servicers’, Estada ha señalado que las garantías reales, que se valorarán por un asesor independiente, podrán ejecutarse mediante subasta, venta o apropiación.
El importe excedentario resultante de la ejecución de la garantía real se restituirá al deudor, y cuando este se encuentre en un procedimiento de insolvencia, prevalecerá la normativa nacional de insolvencia sobre esta regulación, ha destacado.
CRISIS DE 2008
Estrada ha explicado que, tras la crisis financiera, los bancos españoles partían de unas ratio de préstamos dudosos muy elevadas, del 13,8% en 2013, pero que la disminución ha sido muy significativa y se colocaba a finales de 2019 en el 4,8%, aunque hay que tener en cuenta que el crédito total disminuyó en gran medida en esos años.
Para deshacerse de estos, las entidades apostaron por la venta de carteras dañadas, a Blackstone en el caso de Banco Santander por importe de 30.000 millones, y a Cerberus en el de BBVA por 13.000 millones, entre otros ejemplos, y transfirieron, en general, activos inmobiliarios y créditos dudosos procedentes de ese sector.
Sin embargo, Italia y Grecia han utilizado esquemas de titulización para reducir los NPLs, por lo que los bancos retienen parcialmente el riesgo, pero proporcionan más flexibilidad para adaptarse a las preferencias del inversor.